En un mundo cada vez más conectado, nuestros dispositivos se han convertido en extensiones de nosotros mismos. Sin embargo, un error común que cometemos a diario puede transformarnos en presa fácil para los ciberdelincuentes, exponiendo nuestros datos personales al robo.
Este descuido, aunque aparentemente inofensivo, es más peligroso de lo que parece y puede comprometer información sensible en cuestión de segundos. Lo alarmante es que muchos ni siquiera son conscientes del riesgo que están asumiendo.
3¿CÓMO PROTEGERTE DE ESTE RIESGO?
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La buena noticia es que existen medidas sencillas que puedes tomar para minimizar el riesgo. La primera y más obvia es evitar conectarte a redes desconocidas o poco confiables, especialmente si no tienes forma de verificar su autenticidad. Si necesitas estar en línea, opta por usar tus datos móviles, que son mucho más seguros. Un pequeño cambio en tus hábitos puede marcar una gran diferencia en tu seguridad digital.
También es recomendable utilizar una VPN (red privada virtual) cuando necesites conectarte fuera de casa. Estas herramientas cifran tu conexión, haciendo prácticamente imposible que alguien intercepte tus datos. Además, asegúrate de que todas tus aplicaciones y sistemas operativos estén actualizados, ya que las actualizaciones suelen incluir parches de seguridad importantes.