Cuando abres una bandeja de jamón curado o cortas una buena pata para disfrutarlo, puede que notes algo inesperado: pequeños puntitos blancos brillantes que aparecen en algunas lonchas o en la superficie del producto.
A primera vista, esto podría generar dudas o incluso preocupación sobre su calidad o frescura. Sin embargo, no hay razón para alarmarse. Estos cristalitos son completamente naturales y están directamente relacionados con la calidad y el proceso de curación del producto. Lo más importante es saber que no representan ningún riesgo para la salud ni indican que esté caducado.
4CONSEJOS PARA DISFRUTARLO AL MÁXIMO
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Para aprovechar al máximo este delicioso producto, es importante seguir algunos consejos básicos de conservación y consumo. Si tienes una pata entera, asegúrate de mantenerla en un lugar fresco y seco, preferiblemente colgada o apoyada sobre una base adecuada. Antes de cortar, retira la capa exterior de grasa y piel para exponer la carne. Si notas los cristales, simplemente disfruta sabiendo que estás ante un jamón de calidad superior.
Si prefieres comprar lonchas envasadas, revisa siempre la fecha de consumo preferente y sigue las instrucciones de almacenamiento. Una vez abierta la bandeja, consérvala en el refrigerador y cúbrelo con papel film o un paño limpio para evitar que pierda humedad. Así podrás disfrutar de su sabor único durante más tiempo.