Cuando abres una bandeja de jamón curado o cortas una buena pata para disfrutarlo, puede que notes algo inesperado: pequeños puntitos blancos brillantes que aparecen en algunas lonchas o en la superficie del producto.
A primera vista, esto podría generar dudas o incluso preocupación sobre su calidad o frescura. Sin embargo, no hay razón para alarmarse. Estos cristalitos son completamente naturales y están directamente relacionados con la calidad y el proceso de curación del producto. Lo más importante es saber que no representan ningún riesgo para la salud ni indican que esté caducado.
3EL PROCESO DE CURACIÓN Y SU RELACIÓN CON LOS CRISTALES
![](https://www.moncloa.com/wp-content/uploads/2025/02/jamon-serrano-freepik-4-1068x712.webp)
El proceso de curación del jamón es clave para entender por qué aparecen estos cristales. Durante meses, o incluso años, el jamón se somete a condiciones controladas de temperatura y humedad, permitiendo que las proteínas y grasas se descompongan lentamente. Este proceso no solo intensifica el sabor, sino que también favorece la formación de tirosina en forma de cristales. Es un fenómeno natural que ocurre en los mejores productos curados.
Este tipo de transformación es lo que diferencia a un jamón de alta calidad de uno industrial o acelerado. Los productos que pasan por procesos rápidos o utilizan técnicas artificiales rara vez presentan estos cristales, ya que no tienen tiempo suficiente para desarrollarlos. Por eso, si encuentras estos puntitos blancos, puedes considerarlo una señal de que estás disfrutando un producto auténtico y bien elaborado.