Cuando abres una bandeja de jamón curado o cortas una buena pata para disfrutarlo, puede que notes algo inesperado: pequeños puntitos blancos brillantes que aparecen en algunas lonchas o en la superficie del producto.
A primera vista, esto podría generar dudas o incluso preocupación sobre su calidad o frescura. Sin embargo, no hay razón para alarmarse. Estos cristalitos son completamente naturales y están directamente relacionados con la calidad y el proceso de curación del producto. Lo más importante es saber que no representan ningún riesgo para la salud ni indican que esté caducado.
1¿QUÉ SON LOS PUNTITOS BLANCOS EN EL JAMÓN?
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Estos pequeños cristales blancos que a veces se observan en el jamón curado son conocidos como tirosina, un aminoácido que se forma durante el proceso de maduración natural del producto. Este fenómeno ocurre cuando las proteínas del jamón, especialmente las del músculo, se descomponen lentamente debido a la acción de las enzimas durante la curación. La aparición de estos cristales es señal de un proceso artesanal y cuidadoso, ya que solo se desarrollan en productos que han sido correctamente curados y envejecidos.
Además, la presencia de estos cristales no afecta ni el sabor ni la textura del jamón. De hecho, muchos expertos consideran que su aparición es un indicador de alta calidad, ya que refleja que el producto ha tenido tiempo suficiente para desarrollar todo su potencial de sabor. Así que si encuentras estos puntitos blancos, no los veas como un defecto, sino como una característica distintiva de un buen producto.