La pizza napolitana es mucho más que una simple receta: es un arte, una tradición y un símbolo de Italia reconocido en todo el mundo. Su masa suave y esponjosa, su salsa fresca y su queso derretido crean una combinación irresistible que ha conquistado paladares durante generaciones. Pero, ¿cuál es el secreto para preparar una auténtica pizza napolitana en casa? La clave está en seguir los pasos tradicionales con ingredientes simples y de calidad. Con esta receta sencilla, podrás recrear este clásico italiano y sorprender a todos con un resultado digno de una pizzería napolitana.
La base de una buena pizza napolitana es, sin duda, la masa. El proceso de fermentación lenta es lo que le da esa textura ligera y burbujeante tan característica. Para lograrlo, necesitarás solo cuatro ingredientes: harina de fuerza, agua, levadura y sal. La paciencia es fundamental aquí, ya que la masa debe reposar al menos 8 horas, permitiendo que los sabores se desarrollen y que la estructura sea perfecta para hornear. Este paso no solo mejora el sabor, sino que también facilita la digestión.
3CONSEJOS PARA DOMINAR LA TÉCNICA DE ESTIRADO
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Estirar la masa de pizza napolitana puede parecer intimidante al principio, pero con práctica y paciencia, cualquiera puede dominarlo. Lo primero que debes recordar es que nunca uses un rodillo. El estirado manual preserva las burbujas de aire que dan a la masa su textura característica. Comienza presionando suavemente el centro de la bola de masa con los dedos, dejando los bordes más gruesos para formar el «cornicione», ese borde inflado tan icónico.
Una vez que tengas la base plana, levanta la masa con las manos y deja que su propio peso la estire mientras la giras lentamente. Este movimiento ayuda a mantener una forma uniforme sin romper la estructura. Si la masa se resiste, déjala reposar unos minutos más antes de intentarlo de nuevo. Recuerda que la pizza napolitana no tiene que ser perfectamente redonda; su encanto radica precisamente en su rusticidad y artesanía.