Las exmonjas de Belorado siguen protagonizando noticias constantemente. Ahora ha saldo a los medios una nueva figura. El nuevo obispo de las clarisas rebeldes. Se trata del valenciano Rafael Cloquell, que sustituye al obispo Da Silva. El brasileño en el que las de Belorado buscaron auxilio espiritual. Sin embargo, no es un cambio para siempre. Sustituirá temporalmente a Da Silva que se encuentra “visitando a su familia”, según informa a MONCLOA Francisco Canals, jefe de prensa de las exreligiosas.
“Estos sacerdotes y obispos son temporales, ayudan a las monjas en las misas diarias, son figuras que van y vienen y colaboran con las religiosas en su actividad religiosa”, explica Canals que Cloquell “ya ha realizado la primera misa en una pequeña capilla que se ha instalado en el restaurante de clausura de las monjas”.
Cloquell, al igual que Da Silva, son obispos falsos. No están reconocidos por el Vaticano. Como ocurría con el primigenio purpurado al que se unieron las del Belorado: Pablo de Rojas que incluso estaba excomulgado.
De origen valenciano, Cloquell tiene 68 años y fue ordenado sacerdote de la llamada Iglesia Católica Latina Tradicional el 5 de julio de 1987 en Toulouse. Durante muchos años desarrolló su labor en Alemania y sirvió a centros tradicionalistas. Comparte grupo así con el citado Da Silva.
Todos ellos son sedevacantistas y niegan la autoridad de cualquier Papa desde la muerte de Pío XII en 1958. Consideran a los siguientes ocupantes del trono de San Pedro herejes. En el caso del valenciano, además, está vinculado a uno de los grandes nombres del sedevacantismo: el polémico cardenal suizo Lefebvre. Él había ingresado en un seminario en España con 14 años, pero pronto sus posturas se hicieron más radicales en un momento de cambios en el seno de la iglesia católica.
ORO Y RESTAURANTE
Hace unos días se conoció que las exclarisas de Belorado habían invertido dinero en oro. “La entidad religiosa, hoy transformada en asociación, Monasterio de Santa Clara de Belorado realizó hace años como inversión una operación de compraventa de oro, una inversión más, un acto de gestión de sus bienes propios acordado por el Capítulo Conventual y reflejado en los libros de contabilidad, supervisados por el Visitador de Religiosas de la Archidiócesis de Burgos. Es una operación formalizada observando todos los requisitos legales”, explica para MONCLOA Francisco Canals.
“En fechas recientes la mencionada entidad liquidó la inversión de oro, cumpliendo también todos los requisitos legales”, asegura el jefe de prensa y que las religiosas las utilizaron para poner en marcha otro de sus negocios. Un restaurante de clausura.
Para ello han alquilado un hotel por 1.600 euros mensuales y comprado un terreno destinado a la cría y cuidado de perros y otros animales en Arriondas (Asturias). Las exmonjas Clarisas tienen diversos proyectos relacionados con la cría y el entrenamiento de perros para mujeres maltratadas, la formación de perros guía para colectivos desfavorecidos, entre otros.
“No han renunciado a Belorado, sino que buscan fortalecer su comunidad. Cuentan con facturas urgentes que pagar y recursos muy limitados, lo que les ha llevado a explorar otra comunidad autónoma que encontrar esta solución temporal”, puntualiza Canals.
UNAS EN BELORADO Y OTRAS EN ASTURIAS
Una parte de la comunidad, tres monjas, residirá en las habitaciones del establecimiento, mientras que la planta baja se destinará a un restaurante de clausura. Las propias monjas se encargarán de la cocina, mientras que el personal atenderá a mesas y clientes preservando así su clausura.
El restaurante ofrecerá una combinación de platos tradicionales asturianos junto con recetas propias de las Clarisas, otorgando un papel especial a la repostería, magdalenas y chocolates de las monjas de Belorado.
“En cualquier caso, el dinero invertido en la operación anterior procede de los recursos económicos de la entidad obtenidos de la explotación de sus bienes, de las actividades industriales de fabricación y venta de dulces desarrolladas, de donaciones de terceros, etcétera”, afirma a MONCLOA el abogado de las monjas Florentino Aláez Serrano.