A solo dos horas de España se esconde la isla más terrorífica de Europa

A un vuelo de dos horas de España se encuentra una de las islas prohibidas de Europa. A este sitio se puede acceder a un viaje corto en avión desde España aunque su acceso está restringido. Este lugar se encuentra en la magnífica Venecia y es una de las porciones de tierra que está cercano a este territorio y que esconde detrás una macabra historia. Poder viajar allí es imposible, pero los interesados pueden acercarse a Venecia y conocer parte de este mágico lugar desde sus leyendas y fenómenos paranormales.

Se trata de la isla de Poveglia que es una de las que se encuentra dentro de las 118 que están en la laguna de Venecia. Este espacio fue foco de innumerables historias de terror y las cosas que sucedían allí la convirtieron en una de las más temidas de Europa. A pesar de que el turismo puede ser explotado aquí por su oscuro pasado, este sitio se encuentra restringido dando cuenta de que las cosas que sucedieron aquí son parte de una historia que es necesario esconder.

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La isla del terror a dos horas de España

La historia de Poveglia, situada entre Venecia y Lido, está lejos de ser una con desenlace feliz y sus macabros relatos comenzaron en los siglos XVIII y XIX cuando apareció la conocida como peste bubónica. En ese momento, los enfermos eran depositados en este territorio con el objetivo de ser aislados de los demás y trata allí su enfermedad o morir en el olvido. Los mitos que surgieron de la época aseguran que murieron miles de personas, que fueron enterradas en fosas comunes. De esta aterradora afirmación es que aseguran que parte de la tierra de esta isla está compuesta por restos humanos.

Los datos escalofriantes siguen sumándose en este territorio cuando el gobierno italiano decidió establecer allí un hospital psiquiátrico en 1922 donde, de acuerdo a los mitos populares, un médico espeluznante hacía experimentos sobre las personas. La leyenda asegura que este profesional se suicidó arrojándose de la torre porque aseguró que las almas de la isla lo atormentaban.

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