El Gobierno de Pedro Sánchez guarda en un cajón el informe sobre las recomendaciones para reducir la corrupción en España del GRECO desde hace más de un año. España tiene dicho estudio, pero por confidencialidad el Consejo de Europa, del que depende el Grupo contra la corrupción, no se ha hecho público a pesar de estar en una fase dos ante el incumplimiento sistemático de las recomendaciones. El último informe publicado data de 2021, pero ni rastro del correspondiente a 2023. No obstante, el Banco Mundial constanta un fuerte deterioro del control de la corrupción al situar a España en mínimos históricos.
La caída en España es abrupta tras dos décadas, según el Banco Mundial. Los propios datos muestran un descenso acentuado en el control de la corrupción desde el 2000 hasta el pasado 2023, al pasar de los 1,33 puntos a 0,63, prácticamente la mitad. En cuanto a la eficiencia de la gobernanza, el declive alcanza una caída del 55,6%, al pasar en 23 años de los 1,69 a 0,75 puntos.
Se trata del recorte más acusado de todos los países del G-20. La valoración muestra una baja calidad democrática en España con Pedro Sánchez en el poder, pese a que el Ejecutivo se ha empeñado en señalar lo contrario. El baremo del estudio se sitúa entre los 2,5 puntos positivos y negativos.
LA SALUD DEMOCRÁTICA EN ESPAÑA SE HUNDE
En cuanto a la calidad de la regulación, España pasa de los 1,24 a 0,69 puntos en esos 23 años, un desplome del 44%, mientras que el Estado de Derecho se hunde un 41%, hasta los 0,82 puntos. De los países analizados y vecinos, España sale perdiendo en toda la tabla con los principales países de la Eurozona y apenas supera a Grecia, con valores negativos tras una década de intervención.
EL PSOE PONE A ESPAÑA EN EL DECLIVE POR LA FALTA DE CONTROL DE LA CORRUPCIÓN
Todos los indicadores caen a plomo, según el último informe del Banco Mundial, que muestra también el indicador de desarrollo de todos los países, donde España también sale perdiendo. El Banco Mundial analiza el control de la corrupción, la eficiencia, el Estado de Derecho y la calidad regulatoria, cuatro variables que se incluyen en un índice promedio.
En cuanto a Francia y Alemania, las dos principales potencias de la UE, también registran una caída de los indicadores, aunque la caída es prácticamente inapreciable. Alemania perdió 20 puntos básicos, frente a los 16 de Francia. Italia, por su parte, deja atrás tiempos más oscuros para mostrar una mejora en la calidad regulatoria y el control de la corrupción, pero se mantiene en niveles más bajos que Alemania y Francia.
El estudio también muestra la evolución de estos indicadores de 266 países y zonas geográficas, incluyendo colonias de Francia, entre 1996 y 2023. El deterioro en España es relevante, al pasar de los puestos más altos a mostrarla tan solo por encima de Grecia en Europa y en mínimos históricos. De esta forma, se pone de manifiesto que los controles contra la corrupción brillan por su falta de eficacia. En este sentido, cabe destacar que España incumple las recomendaciones del GRECO y se mantiene en una evaluación en fase dos, un estudio que se oculta por orden del Ejecutivo, al ser publicados los de otros países.
ESPAÑA, AL FILO DE PERDER LA DEMOCRACIA PLENA
Según el GRECO, la falta de la publicación de este informe se debe a una orden de España, no del Consejo de Europa. Una muestra más de la falta de transparencia en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que oculta, por ejemplo, los viajes en Falcon de Begoña Gómez o los conflictos de interés que han acabado con la dimisión del hermano del presidente del Gobierno así como el cierre de la cátedra extraordinaria de la mujer de Pedro Sánchez. Ambos familiares están imputados por tráfico de influencias, entre otros delitos, como corrupción en los negocios e intrusismo laboral y apropiación indebida.
España se debate ahora entre pertenecer al selecto grupo de una «democracia plena» o pasar a una «democracia defectuosa»
Con Pedro Sánchez en La Moncloa, España se debate ahora entre pertenecer al selecto grupo de una «democracia plena» o pasar a una «democracia defectuosa», según el último estudio publicado por The Economist. La prestigiosa revista ubicó a España en el último lugar de este grupo tras perder este galardón en 2022.
No obstante, todas las miradas se centran ahora al próximo informe de The Economist, que en apenas un mes dará a conocer si finalmente España recupera terreno o bien vuelve a caer. En 2023 advirtió del deterioro por el Gobierno de coalición y los pactos con cinco partidos para mantenerse en el poder.
EL PSC APLICÓ EL PACTO ANTIDEMOCRÁTICO DE PEDRO SÁNCHEZ
The Economist puso la concesión de la amnistía como una norma que reduce la calidad democrática. Se espera que la revista escudriñe en los pactos alcanzados con Bildu, Junts, ERC, PNV y BNG, así como con Sumar, una suerte de ‘pacto del Tinell’, donde la consigna entre la extinguida CiU, ERC y PSC exigía la expulsión del PP de las instituciones si disponían de la mayoría necesaria para poder hacerlo. Badalona fue el máximo exponente de este cordón antidemocrático, roto después por los propios votantes ante el deterioro de la ciudad. El PP de García-Albiol ganó con mayoría absoluta y con el apoyo de independentistas y conservadores.
Otro ejemplo de esta baja calidad democrática se centra en la falta de Presupuestos. El PSOE solo ha aprobado cuatro cuentas nacionales en siete años. El propio Pedro Sánchez exigía dimisiones y llegó a pactar el cambio en Pamplona por la falta de cuentas. El silencio ahora ante la falta de Presupuestos es estruendoso, más cuando no espera acuerdo alguno en este 2025.
Desde su llegada a La Moncloa, el Ejecutivo ha cedido en todas las exigencias pedidas por los independentistas, como PNV y Bildu, mientras Pedro Sánchez se niega a comparecer en el Senado para someterse, como corresponde en una democracia, a las preguntas de los senadores. En el Congreso, por su parte, el PSOE paraliza las leyes que llegan de la Cámara Alta, una muestra del frontal choque institucional.