España, un país conocido por su riqueza cultural, su historia milenaria y su diversidad paisajística, siempre ha sido un referente en el turismo mundial. Sin embargo, en el último ranking elaborado por la prestigiosa revista Travel + Leisure, solo una ciudad española ha logrado colarse entre las 25 más bellas del mundo: Barcelona. Este reconocimiento, aunque motivo de orgullo, también plantea preguntas sobre la percepción internacional de las ciudades españolas y su lugar en el panorama global.
Barcelona, con su inconfundible mezcla de modernismo, historia y vanguardia, ha sido durante décadas un destino imprescindible para viajeros de todo el mundo. Pero, ¿qué hace que esta ciudad destaque por encima de otras joyas españolas? Y, sobre todo, ¿por qué solo una ciudad de España ha conseguido un puesto en este codiciado ranking? Analizamos las claves de este reconocimiento y lo que significa para el turismo español.
3¿POR QUÉ SOLO UNA CIUDAD ESPAÑOLA EN EL RANKING?

Aunque el reconocimiento de Barcelona como una de las ciudades más bellas del mundo es motivo de orgullo, también resulta sorprendente que ninguna otra ciudad española haya logrado un puesto en el ranking de Travel + Leisure. España cuenta con un patrimonio urbano excepcional, con ciudades como Sevilla, Granada, Madrid o San Sebastián, que también podrían figurar entre las más bellas del mundo. Entonces, ¿a qué se debe esta ausencia?
Una posible explicación es la percepción internacional de las ciudades españolas. Barcelona, gracias a su proyección global y su capacidad para atraer eventos internacionales, como los Juegos Olímpicos de 1992, ha logrado posicionarse como un destino de referencia. Sin embargo, otras ciudades españolas, a pesar de su belleza y su riqueza cultural, no han alcanzado el mismo nivel de visibilidad en el panorama global. Esto pone de manifiesto la importancia de la promoción turística y la necesidad de reforzar la imagen de otras ciudades españolas en el extranjero.
Otro factor a tener en cuenta es el enfoque del ranking. Las listas de este tipo suelen basarse en criterios subjetivos, como la experiencia de los viajeros o la opinión de expertos, lo que puede dejar fuera a ciudades que, aunque bellas, no cumplen con ciertos requisitos específicos. En este sentido, ciudades como Sevilla, con su impresionante Alcázar y su catedral, o Granada, con la majestuosa Alhambra, podrían haber sido candidatas perfectas, pero quizás no han recibido la atención suficiente por parte de los evaluadores.
Por último, es importante destacar que la competencia en este tipo de rankings es feroz. Ciudades de todo el mundo, desde París hasta Kioto, compiten por un lugar en estas listas, lo que hace que la selección sea muy limitada. A pesar de ello, la presencia de Barcelona en el ranking es un reconocimiento al potencial de las ciudades españolas y un recordatorio de que España tiene mucho que ofrecer al mundo.