El concurso ‘Pelos de España’ de la influencer Fabiana Sevillano ha generado gran expectación en TikTok. Las reglas son sencillas: mencionar a esa persona que piensas que es Rapunzel o que se merezca esa categoría y subir un video mostrando tu pelo natural, sin ondas y sin tintes, la cantidad y el estado de las puntas. Lo que comenzó como una celebración del pelo ha terminado convirtiéndose en trend de la plataforma, con miles de personas participando y comentando.
A primera vista, parece un espacio de empoderamiento y orgullo, una oportunidad para que la gente presuma de su cabello y se sienta bien consigo misma. Sin embargo, aunque la respuesta en TikTok ha sido mayoritariamente positiva, se dice poco sobre su impacto en aquellos sobre la influencia en aquellos que no se adaptan al peinado descrito. La ausencia de crítica, no significa que no hayan inseguridades; muchas veces estas no se comparten en público.
Concurso TikTok ‘Pelos de España’: ¿Empoderamiento o inseguridad?
La influencer sevillana ha hablado abiertamente en su cuenta de TikTok sobre su propio complejo con su pelo. Incluso se sometió a una terapia de células madres para aumentar su grosor y densidad. Si alguien con el cabello que cumple con el prototipo de melena abundante ha sentido la necesidad de mejorarlo, ¿qué mensaje se envía al resto de personas que no tienen esa base genética?
Aunque el concurso de TikTok no ha establecido criterios estrictos sobre lo que es un “pelo de España”, en la práctica ciertos estilos han recibido más protagonismo. El cabello largo, grueso, brillante, ondulado o liso se ha convertido en el tema principal de todas las participaciones. Esto no quiere decir que las personas no puedan participar con cabello fino o corto, pero la falta de representación de estos entre los finalistas puede indicar que no están siendo juzgados por igual.
Antes de que empiecen a decirle que va a crear inseguridades a la gente con este concurso, Fabiana Sevillano remarca: “Simplemente estoy resaltando los pelos de mujeres que me parecen bonitos, sino ve al psicólogo. Si tu no te cortas el pelo, no lo cuidas y te da exactamente igual, es tu tema y está bien”.
A pesar de ello, si las imágenes más compartidas siguen un mismo patrón, se crea la percepción de que ese es el estándar deseado. Y quienes no encajan en él, pueden terminar sintiendo que su cabello no es lo suficientemente bueno para este tipo de concursos.
Las redes sociales y su papel en la validación estética
TikTok no es solo una plataforma de entretenimiento; también es un espejo en el que muchas personas buscan validación. Los algoritmos favorecen ciertos contenidos sobre otros, y la belleza juega un papel clave en qué se viraliza y qué no.
El problema no es que existan concursos de este tipo, sino que las redes refuerzan inconscientemente ciertas tendencias estéticas. La repetición de imágenes de pelos largos y abundantes crea la sensación de que eso es lo que se debe aspirar a tener. Aunque no haya una norma explícita que diga qué tipo de pelo es mejor, la popularidad de ciertos estilos acaba funcionando como una regla no escrita.
Además, en redes sociales la inseguridad rara vez se expresa de forma abierta. Pero el simple hecho que de los 3 millones de visualizaciones, muchos de ellos se hayan sumado al concurso o no haya críticas al respecto, es una señal de que no todos se sienten representados o cómodos. A su vez, la gente que no entra en el prototipo lo ha cogido con humor, bromeando sobre el concurso porque saben que no encajan, pero no se sienten presionadas a ajustarse a él.
Humor como estrategia de resiliencia
Este tipo de bromas puede ser una forma de resistir las expectativas estéticas y visibilizar la diversidad. Estos videos demuestran que no todo debe tomarse como una competencia de belleza, sino como una oportunidad para reírse y subestimar las normas, promoviendo así mayor aceptación de diferentes estilos.
Algunos videos relacionados con el concurso de TikTok demuestran cómo las personas, al no encajar en el prototipo establecido, han decidido abordar la situación con humor e ironía. En uno de estos videos, la influencer @roxanazurdo menciona: “Fabiana, te has olvidado de las que llevan pelo corto”, lo que destaca que el concurso parece beneficiar a quienes cumplen con ciertos estereotipos de belleza. En otro clip, @nooeliadlp bromea: “Fabiana, nosotras somos las ganadoras del pelo de España”, aludiendo a su cabello con puntas desgastadas y tintes, en un acto de desafío a las expectativas estéticas del concurso.
Otros, como @mariaacaballeroo, también se unen con comentarios como: “Esperando que Fabiana Sevillano haga el top 4 de pelos de rata para presentarme como tributo” y “Yo, con mis cuatro pelos de rata, sabiendo que no puedo entrar en el ranking de Fabiana Sevillano”, aceptando su estilo sin pudor y burlándose al mismo tiempo de la idea de que solo un tipo de cabello es el autorizado.
Asimismo, encontramos intervenciones más personales, como la de @luuciiaggaarcia, quien dice: “Si una célula no hubiese querido ser especial en marzo 2024, estaría en el ranking de pelos de España”, refiriéndose a su experiencia con el cáncer y a cómo su transformación física la excluye de los estándares de belleza que el concurso promueve.
Este tipo de contenido no solo añade un toque de comedia, sino que también permite visibilizar diferentes realidades y cuestionar la rigidez de los ideales impuestos.