Los retrovisores son uno de los elementos más esenciales para la seguridad vial, pero también uno de los más olvidados por muchos conductores. Aunque su función es básica y vital para garantizar una conducción segura, no son pocos los que cometen errores graves relacionados con su uso. Uno de los más comunes, y que está en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico (DGT), es iniciar la marcha con los retrovisores cerrados o no ajustarlos correctamente antes de conducir. Este descuido, que puede parecer insignificante, tiene consecuencias legales y, sobre todo, pone en riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía.
La DGT ha intensificado su vigilancia sobre este tipo de comportamientos, recordando que los retrovisores no son un accesorio opcional, sino una herramienta imprescindible para evitar accidentes. En este artículo, analizamos por qué este hábito puede acarrear sanciones, cómo afecta a la seguridad vial y qué medidas debemos tomar para evitar problemas. Si eres de los que olvida abrir los retrovisores o no les presta la atención que merecen, es hora de cambiar tus hábitos al volante.
3EL AJUSTE INCORRECTO DE LOS RETROVISORES: UN RIESGO INVISIBLE
Otro problema relacionado con los retrovisores es su ajuste incorrecto. Aunque muchos conductores abren los retrovisores antes de iniciar la marcha, no siempre se aseguran de que estén correctamente orientados. Este error, aunque menos evidente que conducir con los retrovisores cerrados, también supone un riesgo significativo para la seguridad vial.
Un retrovisor mal ajustado puede generar puntos ciegos, es decir, áreas del entorno que el conductor no puede ver. Estos puntos ciegos son especialmente peligrosos en maniobras como cambios de carril o adelantamientos, ya que pueden ocultar la presencia de otros vehículos o motocicletas. La DGT recuerda que un ajuste adecuado de los retrovisores debe permitir al conductor tener una visión clara de los laterales y la parte trasera del vehículo, minimizando al máximo los puntos ciegos.
Para evitar este problema, es fundamental dedicar unos segundos a ajustar los retrovisores antes de iniciar la marcha. Este ajuste debe realizarse con el vehículo detenido y en una posición cómoda para el conductor. Además, es recomendable revisar periódicamente el estado de los retrovisores, asegurándose de que no estén dañados o sucios, ya que esto también puede afectar a su eficacia. La seguridad vial comienza con pequeños gestos como este, que pueden parecer insignificantes, pero que tienen un impacto enorme en la prevención de accidentes.