Si haces esto con los retrovisores, la DGT tiene malas noticias para ti

Los retrovisores son uno de los elementos más esenciales para la seguridad vial, pero también uno de los más olvidados por muchos conductores. Aunque su función es básica y vital para garantizar una conducción segura, no son pocos los que cometen errores graves relacionados con su uso. Uno de los más comunes, y que está en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico (DGT), es iniciar la marcha con los retrovisores cerrados o no ajustarlos correctamente antes de conducir. Este descuido, que puede parecer insignificante, tiene consecuencias legales y, sobre todo, pone en riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía.

La DGT ha intensificado su vigilancia sobre este tipo de comportamientos, recordando que los retrovisores no son un accesorio opcional, sino una herramienta imprescindible para evitar accidentes. En este artículo, analizamos por qué este hábito puede acarrear sanciones, cómo afecta a la seguridad vial y qué medidas debemos tomar para evitar problemas. Si eres de los que olvida abrir los retrovisores o no les presta la atención que merecen, es hora de cambiar tus hábitos al volante.

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INICIAR LA MARCHA CON LOS RETROVISORES CERRADOS: UN ERROR FRECUENTE

Uno de los errores más comunes que detecta la DGT es iniciar la marcha con los retrovisores cerrados. Este hábito, que puede parecer inofensivo, es más frecuente de lo que se piensa, especialmente en vehículos modernos equipados con retrovisores plegables automáticos. Muchos conductores, por prisa o simple descuido, olvidan desplegarlos antes de arrancar, lo que limita gravemente su capacidad para observar el entorno.

Conducir con los retrovisores cerrados no solo dificulta la visibilidad, sino que también aumenta el riesgo de accidentes, especialmente en entornos urbanos donde el tráfico es más denso y las maniobras requieren mayor precisión. Por ejemplo, al salir de un aparcamiento o incorporarse a una vía principal, la falta de visibilidad lateral puede provocar colisiones con otros vehículos, ciclistas o peatones. Este tipo de incidentes, que podrían evitarse fácilmente, son una de las principales preocupaciones de la DGT.

Además, este comportamiento refleja una falta de atención y responsabilidad por parte del conductor, algo que la DGT considera inaceptable. En su campaña de concienciación, el organismo insiste en que los retrovisores deben ser revisados y ajustados antes de iniciar cualquier trayecto, por corto que sea. Este simple gesto puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y un accidente evitable.