La freidora de aire se ha convertido en uno de los electrodomésticos más populares en los hogares españoles. Su capacidad para cocinar de manera más saludable, reduciendo el uso de aceite, ha conquistado a quienes buscan disfrutar de sus platos favoritos sin renunciar al sabor. Pero este aparato no solo es ideal para preparar patatas fritas o croquetas, también es un aliado perfecto para los amantes de la repostería. Con la llegada del invierno, la freidora de aire se convierte en la herramienta ideal para elaborar postres cálidos, reconfortantes y deliciosos.
En este artículo, te presentamos tres postres invernales que no pueden faltar en tu repertorio si tienes una freidora de aire. Desde recetas tradicionales hasta opciones más innovadoras, estas preparaciones son perfectas para disfrutar en las tardes frías o para sorprender a tus invitados. Descubre cómo sacar el máximo partido a tu freidora de aire y deleitarte con postres que combinan sabor, textura y ese toque casero que tanto nos gusta.
1POSTRES: MANZANAS ASADAS UN CLÁSICO RENOVADO
Las manzanas asadas son uno de esos postres que evocan recuerdos de la infancia y tardes de invierno junto a la chimenea. Con la freidora de aire, este clásico se reinventa, ofreciendo una versión más rápida y sencilla, pero igual de deliciosa. La textura tierna de la manzana, combinada con el dulzor natural de la fruta y un toque de especias, hace de este postre una opción irresistible.
Para preparar manzanas asadas en la freidora de aire, basta con elegir manzanas de calidad, como las variedades reineta o golden, que son ideales para hornear. Se les retira el corazón y se rellenan con una mezcla de azúcar moreno, canela y, si se desea, un poco de mantequilla o frutos secos como nueces o almendras. Una vez listas, se colocan en la cesta de la freidora y se cocinan a 180 grados durante unos 15 minutos, hasta que estén tiernas y ligeramente caramelizadas.
El resultado es un postre cálido y reconfortante, perfecto para las tardes de invierno. Además, las manzanas asadas son una opción saludable, ya que conservan todas las propiedades de la fruta y requieren muy poca cantidad de azúcar o grasa. Servidas con un poco de yogur natural o una bola de helado de vainilla, se convierten en un auténtico manjar que combina tradición y modernidad.
