El lado menos conocido del rey Felipe según Pilar Eyre

El rey Felipe siempre se ha mostrado muy serio y firme al cumplir su papel en la institución. Ha creado una imagen de él muy definida, en donde las personas lo ven muy riguroso, profesional y con gran templanza. Sin embargo, Pilar Eyre asegura que no siempre fue así, y que cuando apenas era un príncipe, su educación no reflejaba lo mejor. Aunque el ahora rey Felipe siempre se sintió listo para ejercer su rol, muchos se preguntaban si estaba listo para ello.

Aunque el entonces príncipe de Asturias mostraba una actitud muy diferente a la de su padre, y anhelaba estar a la altura de un rey, su educación era muy importante y uno de los factores principales para determinar si estaba listo o no. En muchas ocasiones se ha narrado lo dedicado que era el rey Felipe en sus estudios y el gran esfuerzo que ponía en su formación educativa y militar. Pero Pilar Eyre cuenta otro lado de la historia que pocos conocen.

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La educación del rey Felipe desde que era un niño

De pequeño Felipe no era un niño nada fácil. Pilar Eyre asegura que era perezoso, que no ponía atención a las clases por quedarse dormido, que no le gustaba que lo corrigieron e incluso contestaba mal. La experta asegura que Felipe tenía un buen corazón, muy noble, pero su carácter era un poco complicado y que se enfada fácilmente si hacían algo para intentar corregirlo.

Pilar Eyre llega incluso a recordar, que para este tiempo, Peñafiel habló del ahora rey Felipe, describiéndolo como un niño mimado y déspota. Además se señalaba mucho que Felipe en su juventud no viajaba con estudiantes, ni personas de su edad, sino que más bien se relacionaba con personas mayores ya con profesiones definidas, lo que hacía parecer que interactuar con él era casi imposible.