Muface, la mutualidad público-privada de los funcionarios y sus familiares, anula por completo la última licitación del concurso para corregir los pliegos con la finalidad de añadir en el texto del concurso por la compensación de pérdidas de más de 400 millones de euros que han registrado las tres aseguradoras participantes, Adelas, Asisa y DKV, durante los últimos tres años. Así lo han asegurado fuentes conocedoras de la negociación a MONCLOA.
La modificación se ha realizado ‘in extremis’, a tan solo 24 horas de expirar el plazo para presentar ofertas en el concurso. En la resolución, firmada por Myriam Pallarés Cortón, directora general de Muface, se ha decidido «suspender el plazo de presentación de ofertas», quedando sin efecto los anuncios de licitación publicados desde el pasado 20 de diciembre, es decir, toda la adjudicación de más de 4.100 millones de euros.
De esta forma, el cambio retrotrae a la situación previa a la aprobación de ese expediente, anulándolo por completo. En este sentido, se modificarán los pliegos para incluir las «correcciones detectadas» para iniciar una nueva licitación con nuevos plazos para presentar ofertas. Para Muface, los cambios detectados no se debe a meros errores aritméticos o de cálculo, aunque evita explicar en qué consisten.
MUFACE EVITA EXPLICAR EL CAMBIO EN LOS PLIEGOS
Muface no explica las razones de este nuevo cambio, pero según ha podido conocer MONCLOA se debe a un acuerdo de última hora entre el Gobierno y las aseguradoras para estipular una nueva cláusula que permita a las aseguradoras pedir compensaciones por las pérdidas soportadas en la prestación de servicio a más de 1,5 millones de beneficiarios, todos ellos funcionarios y sus familiares.
En total, las aseguradoras estiman unos números rojos en la anterior licitación de más de 400 millones de euros. Esta era la principal exigencia de las aseguradoras para continuar con la prestación del servicio, cortado desde el pasado 31 de diciembre para miles de funcionarios por el fin del programa sufragado en un 80% por los impuestos de todos los españoles y un 17,5% por los mutualistas privados.
«Las modificaciones pretendidas no pueden ser consideradas meros errores materiales, de hecho o aritméticos, y en consecuencia corresponde suspender el plazo de presentación de ofertas del expediente de contratación para el aseguramiento de la prestación de asistencia sanitaria en territorio nacional a los mutualistas y demás beneficiarios que opten por recibirla a través de entidades de seguro durante 2025, 2026 y 2027 y retrotraer las actuaciones al momento previo a la aprobación del expediente de licitación», indica Muface para razonar el cambio, sin explicar en que consistirán dichas modificaciones.
Las modificaciones pretendidas no pueden ser consideradas meros errores materiales, de hecho o aritméticos, y en consecuencia corresponde suspender el plazo de presentación de ofertas del expediente
Por este motivo, las aseguradoras exigían en un inicio una subida cercana al 40% en el concurso público para poder hacer frente a los números rojos debido a la fuerte subida de los salarios, productos y herramientas médicas, así como al incremento de los costes fijos en clínicas y complejos hospitalarios. El Ejecutivo de Pedro Sánchez se negó a aceptar este incremento y tan sólo ofreció un 17% más en la primera oferta, que duplicó en una posterior contraoferta ante el rechazo absoluto de las tres aseguradoras. Tan solo Asisa quedaba dentro del concurso público para asistir a los funcionarios y sus familiares.
No obstante, desde hace días el Ejecutivo intensificó las negociaciones con Adeslas para evitar la subida del coste del concurso, pero a cambio se les compensaría por las pérdidas sufridas. En este sentido, serían 400 millones de euros. De ahí que Óscar López, ministro de Transformación Digital y Función Pública, mostrara un semblante sonriente tras la derrota más del PSOE en el Congreso de los Diputados en los ocho primeros meses de esta segunda legislatura.
LAS ASEGURADORAS COBRARÁN LAS PÉRDIDAS GENERADAS
«Habrá compensación de pérdidas», afirman fuentes conocedoras de la negociación a este medio. De ahí la necesidad de modificar todos los pliegos, aunque se esperan cambios mínimos con el fin de incluir la cláusula.
Con esta modificación, se espera que no solo Adeslas y Asisa acudan a la nueva licitación, sino que se sume también DKV, que había calculado unos números rojos de 65 millones de euros por la anterior licitación. Así las cosas, titulares y beneficiarios continuarán recibiendo la asistencia sanitaria acordada hasta la nueva licitación, mientras que los sindicatos de funcionarios ya no tendrían razones para iniciar la huelga en el sector, convocada para febrero si no se encontraba una solución al conflicto.
Con este cambio, Adelas se pone en marcha para asistir al concurso público, aunque habrá que esperar a los pliegos y leer la letra pequeña para elevar la cantidad inicial y hacer números claros para poder presentar la documentación para la compensación de pérdidas.
ADESLAS, DEL SISTEMA DEFICITARIO A ACEPTARLO POR COMPENSACIÓN
La aseguradora apunta que entrará en el concurso, pero siempre y cuando se consolide los términos negociados con el Ejecutivo. El nuevo mensaje de la aseguradora es radicalmente opuesto al enviado hace apenas tres semanas, cuando aseguró que Muface es un sistema «deficitario» y que provocó unas pérdidas que «se han agudizado en los últimos
años. Prolongar esta situación podría comprometer la solvencia y el futuro de la entidad».
la suma costará unos 1.400 millones de euros, es decir, un 44% adicional respecto al concurso de los últimos tres años
Con este cambio, las aseguradoras no solo recibirían el 33% más propuesto por el Gobierno, sino que aumentará la licitación en las pérdidas de la anterior licitación.
En concreto, la suma costará unos 1.400 millones de euros, es decir, un 44% adicional respecto al concurso de los últimos tres años, un montante que rechazó de plano el Ejecutivo, provocando la división en el PSOE. En Sumar, por su parte, celebraban la licitación desierta al afirmar que la Sanidad española es la mejor del mundo, mientras las Comunidades Autónomas activaban las alarmas al tener que soportar la llegada de 1,5 millones de funcionarios y sus familias.
MUFACE, SIN NUEVOS CLIENTES: LOS JÓVENES PREFIEREN LA SANIDAD PÚBLICA
Óscar López afirmó que la subida del 33% junto con la compensación de las pérdidas supone «el mayor esfuerzo de la historia» para Muface, mientras que los mutualistas privados y los contribuyentes tendrán que sufragar el nuevo coste.
El grave problema de Muface es la falta de «nuevos clientes». Los funcionarios más jóvenes acuden a la Sanidad pública y evitan la privada, mientras que los tratamientos, pruebas y demás especialidades para los no tan jóvenes son cada vez más caros. El sistema ha funcionado muy bien desde hace 50 años, pero desde la pandemia se ha producido un giro, precisamente en un momento en el que la inflación se ha disparado más de un 38% en el acumulado de España en apenas seis años.
ANULACIÓN DE UN CONCURSO TRAS LA DURA CARTA DE UN CONSEJERO
La anulación de Muface se produce una semana después de que Miguel Borra, líder de CSIF y consejero en Muface, ha enviado una dura carta a la dirección de Muface alertando de la desesperada situación que sufren cientos de beneficiarios de este sistema sufragado en casi un 80% por el Estado y un 17,5% por los mutualistas privados.
Tras quedar desierta la licitación, cuyo plazo finalizaba el 5 de noviembre, el Gobierno sacó a concurso la adjudicación con un incremento que no contentó a las empresas aseguradoras. Ante la negativa, el Ejecutivo de Pedro Sánchez volvió a sacar una nueva licitación y amplió después el plazo para presentar ofertas hasta el 27 de enero, fecha que ha quedado ahora en suspenso.
A pesar de todo ello y con los plazos demasiado ajustados, el Gobierno de Pedro Sánchez se dividió entre mantener o no Muface, hasta el punto de realizar una oferta muy por debajo de las peticiones de las aseguradoras participantes en Muface: Adeslas, DKV y Sanitas, hasta este sábado la última esperanza dado que es la única que no ha rechazado la última oferta. DKV pidió «contrato-puente» hasta solventar la situación del concurso de Muface, como si de una prórroga se tratara trasladando así la pelota al tejado del Gobierno, que actúa finalmente ‘in extremis’.