Los pactos entre Iglesias y Sánchez llevan a Zapatero a apadrinar el Canal Red

El Canal Red salta a México. La televisión fundada hace más de 2 años por el secretario general de Podemos y exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias va a abrir una delegación en el país azteca, que es en el que más se consumen los contenidos de este proyecto que emite a través de la TDT madrileña y vía online.

La cercanía de Iglesias con el Gobierno de Claudia Sheinbaum contribuye en favor de este desembarco bendecido por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que asegura en un vídeo promocional que el Canal Red «es una opción» que contribuye «al pluralismo informativo» y a «combatir contra la desinformación».

El Canal Red ha lanzado una campaña para comprar equipos técnicos y abrir oficina en Ciudad de México, que contará con la primera redacción de Canal Red América Latina (que también producirá espacios enfocados a otros países y contará con un periódico continental similar al Diario Red que también dirige Iglesias).

«Queremos que nuestros seguidores latinoamericanos sientan el nuevo canal como suyo y por eso hemos apostado por el crowfunding como forma de decirles que, aunque ya hemos buscado recursos para arrancar, queremos que la financiación popular sea una seña de identidad del proyecto», dice el fundador de Podemos.

Su colaboradora Inna Afinogenova cree que «desde su creación hace casi ya dos años Canal Red apostó por un periodismo riguroso, con perspectiva de paz y de defensa de los derechos humanos». Y adelanta que pretende que el proyecto «se consolide como una alternativa para las audiencias latinoamericanas en un momento en el que la internacional reaccionaria, apoyada por el poder económico y el poder mediático, avanza en su batalla cultural contra todo lo que tenga que ver con movimientos populares, avance en derechos y, en definitiva, el progresismo».

PACTO ENTRE PSOE Y PODEMOS

PSOE y Podemos no tienen demasiada sintonía en el plano político, tal y como se advierte en el Congreso, pero sí que cuentan con un pacto subterráneo a nivel mediático en el que Iglesias defiende los intereses del partido morado.

Iglesias2 Moncloa
Iglesias en RNE.

Este acuerdo está originado en la dependencia socialista hacia los de Ione Belarra para controlar RTVE en la anterior etapa de la Corporación pública, y posteriormente para desbloquear la renovación del Consejo de Administración.

Gracias a ambos hechos, en los últimos meses Podemos ha logrado romper el veto que sufría entre las grandes televisiones, silentes en su mayoría sobre la sucia guerra periodística que sufrió el partido.

Los de Belarra han logrado colocar a tertulianos afines (el propio Iglesias en RNE o ’59 segundos’) y a directivos afines en la Corporación pública (véase el nombramiento del sindicalista Roberto Lakidain para dirigir un área de nueva creación, la de Desarrollo Corporativo y Servicio Público de RTVE).

PABLO IGLESIAS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Iglesias afirmó en 2023 que los ciudadanos somos «lógicamente, lo que leemos y lo que vemos y escuchamos» y señaló que «la ideología o la cultura a la que pertenecemos se configura a partir de experiencias ideológicas y culturales».

«Esas experiencias pueden darse en la familia, en el sindicato, en el colectivo estudiantil, en la asociación de vecinos, en la parroquia, con una amiga que nos prestó libros y nos recomendó películas. Pero, en nuestra época, rara vez esas experiencias pueden competir con la experiencia mediática. Por eso llevo años diciendo que la gente milita en los medios de comunicación mucho más que en los partidos», explicó para justificar el nacimiento del periódico digital Diario Red (que ejerce como hermano pequeño del proyecto televisivo Canal Red, también impulsado y controlado por el exvicepresidente).

En 2014 en el libro de Jacobo Rivero ‘Conversación con Pablo Iglesias afirmaba que «los medios de comunicación, por lo menos una parte, tienen que tener mecanismos de control público (. . .) Si el derecho a la información es un derecho democrático, la concentración de la propiedad es incompatible con ese derecho. No puede ser que algo tan importante, y de interés público, imprescindible para la democracia, como son los medios de comunicación, esté solo en manos de multimillonarios».

«¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación».

La tesis de Iglesias es que la ciudadanía «no milita en partidos políticos, la gente milita en los medios de comunicación. Una persona es de La Razón, de El País, de la COPE o de la Cadena SER. Son mucho más importantes las tertulias en televisión que los debates en el Parlamento».