Últimamente ha sido muy notable la cercanía que mantiene Felipe VI con su madre la reina Sofía. La emérita y el rey han demostrado tener un vínculo bastante fuerte, y esto ha sido evidente en gestos de ambas partes, en la cercanía que se les ve en eventos institucionales y privados, y en el cuidado que Felipe VI constantemente muestra tener con su madre. Además, la reina emérita, es la única figura diferente a los cuatro miembros del núcleo principal de la Familia Real, que los acompaña constantemente en viajes y actos, y que cumple aún con una agenda institucional.
Cuando el rey Felipe VI tiene alguna flexibilidad en su agenda, dedica algún momento para visitar a su madre en la residencia en la que permanece en el Palacio de la Zarzuela. Vanitatis ha informado, que según fuentes cercanas, el rey Felipe intenta dedicarle tiempo a su madre casi a diario, por lo que se ha convertido en parte de la rutina del rey, a menos que su agenda no se lo permita por algún compromiso de la corona.
1El rey Felipe VI y los gestos que ha tenido con su madre para demostrar su aprecio
Si hay algo que no ha cambiado en la agenda del Felipe VI en los últimos años han sido las visitas a la residencia de su madre en Zarzuela. Estos momentos, donde se reúnen madre e hijo son muy especiales para Felipe VI, pues tiene la posibilidad de salirse por un tiempo de su rol de rey para vivir el papel de hijo. El diálogo, la compañía y la complicidad son aspectos que nunca faltan en sus reuniones, pero actualmente, lo que más ha hecho Felipe por la reina Sofía es brindarle su apoyo en los momentos difíciles por los que ha pasado recientemente.
Los fines de semana, cuando Felipe VI está en Madrid, y tiene espacios libres, visita junto con la reina Sofía la capilla de la Zarzuela y acuden juntos a la misa, un hábito que han creado ambos y que también aporta a fortalecer su lazo familiar. Este tipo de gestos, son muy valorados por la reina Sofía, en especial, siendo consciente de la apretada agenda y de todos los compromisos que debe cumplir su hijo diariamente. Sin embargo, para Felipe es un espacio de tranquilidad, y compañía para su madre, ya que no tiene con quien más acudir desde que su hermana Irene de Grecia no pudo volverlo a hacer.