La princesa Leonor lleva ya algunos días a bordo del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, que después de algunas paradas en España, ahora pone rumbo a América. Sin embargo, antes de partir, tuvimos la posibilidad de ver una más a la princesa Leonor, y descubrir en lo posible, gracias a su aspecto físico y el descubrir sus compañeros, como han sido estos días a bordo del crucero. La princesa Leonor sabe que los ojos del público y las cámaras siempre están sobre ella, en especial en cada una de las paradas, donde se analiza cada movimiento de la hija de los reyes, ya que mientras está en el Buque no es posible.
La vida en el Buque Escuela Juan Sebastián Elcano es muy diferente a la vida que acostumbra a llevar la princesa Leonor. Para empezar está lejos de su familia, sus padres, su hermana, sus abuelas e incluso de sus amigos, y será así por un tiempo de aproximadamente 6 meses. Además, los trabajos que debe realizar para aprobar su formación militar requieren un esfuerzo físico de alto nivel, y la preparación que reciben los guardamarines no es nada fácil, un aspecto que se ha podido ver reflejado en la princesa Leonor.
1El agotamiento ha sido evidente en la princesa Leonor
La princesa Leonor llegaba a Las Palmas mostrando gran emoción y, como siempre, dispuesta a dar una sonrisa a la comunidad. Al llegar, la princesa agitaba el brazo en forma de saludo, sin embargo, no podía ocultar su agotamiento. Al igual que en su llegada a Tenerife, se pudo observar en el rostro de la princesa Leonor, el cansancio de la vida a bordo del buque. Pero en esta ocasión, su cuerpo daba mostraba signos de desgaste.
Las lesiones en ella eran notables; podían verse en sus brazos varios moretones, que resaltaban por la tez pálida de su piel. Todas las heridas de guerra, por así decirle, de la hija de los reyes Felipe y Letizia eran notables, y daban a entender tanto a los compañeros de la princesa, como al público y a todo aquel que pudiera verla, que Leonor no estaba de vacaciones en el buque, sino que por el contrario, estaba trabajando duro, igual que los demás guardamarinas, para cumplir al pie de la letra sus deberes en la formación militar.