Este es el restaurante que se gana el corazón de Richard Gere en Madrid

En el exclusivo barrio de La Moraleja, en Madrid, se erige un establecimiento que ha captado la atención de los amantes de la buena mesa: el restaurante Áurea. Este local no solo destaca por su propuesta gastronómica de alta calidad, sino también por haber conquistado el paladar de figuras internacionales. La combinación de tradición y modernidad en sus platos, junto con un ambiente sofisticado, lo convierte en un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia culinaria única en la capital española.

La ubicación de Áurea en La Moraleja no es casualidad; este barrio es conocido por ser uno de los más lujosos y exclusivos de Madrid, ofreciendo a sus residentes y visitantes un entorno tranquilo y distinguido. El restaurante se sitúa en la Plaza de La Moraleja, ocupando el espacio que anteriormente albergaba al reconocido Aspen, lo que le confiere una tradición de excelencia culinaria en la zona. La elección de este enclave refleja el deseo de sus propietarios de brindar una experiencia gastronómica de primer nivel en un entorno privilegiado.

El diseño de Áurea es una fusión de elegancia y comodidad, pensado para ofrecer a los comensales un ambiente acogedor y sofisticado. El restaurante dispone de un amplio salón principal, tres terrazas y una sección de ultramarinos, permitiendo disfrutar de diferentes ambientes según la ocasión y la preferencia del cliente. La decoración, en tonos blancos y con abundante vegetación, crea una atmósfera relajada y fresca, ideal para disfrutar de una comida desde el desayuno hasta la cena.

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UNA CARTA QUE FUSIONA TRADICIÓN E INNOVACIÓN

La propuesta culinaria de Áurea destaca por su diversidad y equilibrio entre platos tradicionales y toques contemporáneos. La carta se divide en varias secciones: entrantes fríos y calientes, arroces, pescados a la brasa, carnes, pastas y pizzas artesanas. Entre los entrantes, el carpaccio de gambas rojas y la cecina de Wagyu son especialmente recomendados, reflejando la calidad de los ingredientes utilizados.

Los pescados a la brasa, como la lubina y el rodaballo, se sirven enteros, garantizando frescura y sabor en cada bocado. Las carnes no se quedan atrás, con opciones como el lomo alto de Angus madurado durante 45 días y el steak tartar preparado al gusto del cliente. Para los amantes de la pasta y los arroces, el restaurante ofrece una variedad de platos que combinan recetas tradicionales con presentaciones innovadoras.

Los postres caseros ponen el broche de oro a una experiencia gastronómica completa. La crostata de frutos rojos con helado de vainilla es una de las opciones más solicitadas, ofreciendo un equilibrio perfecto entre dulzura y frescura. La atención al detalle en cada plato refleja el compromiso de Áurea por brindar una experiencia culinaria memorable.

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