A un salto de Barcelona el destino preferido de National Geographic por solo 16 euros

Viajar a Venecia, la ciudad de los canales, nunca había sido tan accesible. Por tan solo 16 euros, los barceloneses tienen la oportunidad de descubrir uno de los destinos más emblemáticos de Europa, reconocido por National Geographic como uno de los lugares imprescindibles para visitar al menos una vez en la vida. Esta oferta, que parece sacada de un sueño, convierte a Venecia en una escapada perfecta para quienes buscan cultura, historia y belleza sin igual.

Con su arquitectura única, sus góndolas surcando los canales y su atmósfera romántica, Venecia ha sido durante siglos un destino codiciado por viajeros de todo el mundo. Ahora, gracias a esta oferta, los habitantes de Barcelona pueden disfrutar de esta joya italiana a un precio que desafía cualquier expectativa. Pero, ¿qué hace de Venecia un lugar tan especial? A continuación, exploramos las razones por las que esta ciudad sigue cautivando a millones de visitantes cada año.

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LA PLAZA DE SAN MARCOS: EL CORAZÓN DE VENECIA

Si hay un lugar que simboliza el alma de Venecia, ese es la Plaza de San Marcos. Conocida como «el salón más bello de Europa«, esta plaza es el epicentro de la vida veneciana y un punto de encuentro para turistas y locales por igual. Rodeada de edificios históricos, la plaza es un espectáculo visual que deja sin aliento a quienes la visitan por primera vez.

La Basílica de San Marcos, con su imponente fachada y sus cúpulas doradas, es el principal atractivo de la plaza. Este templo, que combina elementos bizantinos, góticos y renacentistas, es una obra maestra de la arquitectura y un símbolo de la riqueza y el poder de la antigua República de Venecia. En su interior, los mosaicos dorados y el famoso Pala d’Oro son un recordatorio del esplendor de esta ciudad.

Frente a la basílica se encuentra el Campanile de San Marcos, la torre más alta de Venecia. Subir a su cima ofrece una vista panorámica de la ciudad y sus alrededores, una experiencia que ningún visitante debería perderse. Y, por supuesto, no podemos olvidar el Palacio Ducal, una joya del gótico veneciano que fue el centro político y administrativo de la ciudad durante siglos.