España vive un invierno gélido que alienta a los fanáticos de este clima a buscar sitios donde vivir aventuras. Realizar una escapada en los pueblos más inhóspitos de España es una buena alternativa para aquellos que gustan de la soledad y escapar del bullicio de las grandes ciudades. No hace falta ser muy ambicioso para disfrutar de un buen paisaje y de los deportes de nieve: sólo basta con hacer tres horas desde Barcelona para conocer uno de los pueblos más fríos, el auténtico Polo Norte del país.
Vall de Núria es uno de los elegidos para los amantes de los deportes de invierno porque ofrece un entorno maravilloso. El pueblo está enclavado en los Pirineos y es ideal para dos días de disfrute en cualquier momento del año. Porque no sólo la nieve es su atractivo, sino los bellos caminos donde realizar senderismo en pleno verano. Una variante que muchos apuntan para sus planes de Semana Santa.
1Vall de Núria, el rincón escondido de España
Vall de Núria es uno de los rincones preferidos por los alpinistas para disfrutar del esquí y también de los mágicos senderos que ofrece. Las temperaturas son heladas en enero y febrero por lo que el que quiere visitar este enclave debe considerar que el clima puede superar los -5°C y -10°C y a veces hasta de -15°C. Sin embargo, nada detiene a los turistas que eligen este sitio por la paz que ofrece. La población en este pueblo es escaza y las actividades se centran en dos de sus principales atractivos: Santuario de la Virgen de Núria y el hotel Vall de Núria, y rodeado por picos de más de 3.000 metros de altura.
Ambos puntos de interés le dan un sentido espiritual, natural y recreativo y muchos eligen este destino para poder disfrutar de todas estas características. Además de deleitarse con sus maravillosos paisajes, el modo de poder llegar a este sitio es uno de los más llamativos. A Vall de Núria sólo se puede acceder mediante el famoso tren cremallera, que hace posible atravesar los valles y enfrentar las grandes alturas.
