Marc Thomas Murtra Millar no rehúye de los grandes retos y Telefónica supondrá el mayor de toda su carrera profesional. El nuevo presidente, designado por el consejo de la operadora tras la entrada reciente de la SEPI al 10% y con el apoyo unánime de los consejeros, es un ingeniero dedicado a las telecomunicaciones, sistemas, software, defensa y conquista del espacio sin llevar a cabo políticas de partido, un tecnócrata con cualidades imprescindibles para llevar a cabo el plan de Pedro Sánchez para crear un grupo líder mundial en todos estos ámbitos.
Hombre fuerte en el PSC y presidente de La Fundación Bancaria La Caixa, así como consejero independiente de Ebro Foods y de ITP Aero, Murtra está llamado a la transformación más gigantesca de Telefónica en sus 101 años de historia.
Tras recibir de José María Álvarez-Pallete una empresa con la deuda más controlada, con beneficios casi mil millonarios y un buen reparto de dividendo, el ingeniero nacido en Blackburn (Inglaterra) se ha convertido en un empresario polivalente, sin temor a los retos presentes y futuros, así como experto en la búsqueda de soluciones a situaciones complejas, como la enquistada venta de Minsait, que podría quedarse en el perímetro de Indra y que a su vez podría formar parte de Telefónica en 2026, si se cumplen los planes del Ejecutivo.
Hijo de cirujano y con sangre inglesa por parte materna, se graduó en ingeniería industrial con la especialización en Mecánica de Máquinas en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB). Profesionalizó su formación con un MBA en Nueva York, con el Premio Nobel de 2008 Paul Krugman y con el genial economista Paul Samuelson.
MURTRA, UN PERFIL MUY TÉCNICO PARA EL SUEÑO DE CREAR UN CAMPEÓN EN EL ESPACIO CON TELEFÓNICA
Para iniciar su camino laboral, Murtra comenzó con la industria nuclear con la British Nuclear Fuels Ltd y en DiamondCluster. No obstante, su verdadera vocación era estar al frente de empresas, ser su propio jefe en definitiva.
Empezó esta andadura con Crea Inversión (2011) y llegó a ser socio gerente de Closa Investment Bankers, un cargo que completaba su empleo como profesor adjunto de Economía y Empresa en la Universidad Pompeu Fabra. También es conocido por liderar grupos de inversión en empresas que ayudan a transformar el mundo en un lugar más sostenible, como Karibou, entre otras muchas.
Murtra ha sido también patrón en Paradores y de Inteco, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Información, pasando como columnista en el diario Ara, mientras que colabora en La Vanguardia desde 2018 con una columna al mes.
El Gobierno de Pedro Sánchez le situó al frente de Indra para sustituir a Fernando Abril-Martorell. Su llegada a la tecnológica ha supuesto un revulsivo para la compañía, al calor también de las tensiones geopolíticas, como la invasión de Rusia a Ucrania y ahora con la guerra en Israel, dos conflictos que podrían acabarse en caso de que Donald Trump lleve a buen puerto las negociaciones.
MURTRA DEJA INDRA TRAS DISPARARLA UN 150% EN BOLSA
Por este motivo y ante la cercanía del fin de ambos conflictos, el Gobierno de España pone rumbo a crear un gigante de las telecomunicaciones, con Telefónica y posiblemente con el lanzamiento de una OPA sobre Indra e Hispasat. El día de su nombramiento, Indra marcó los 7,15 euros por título. A cierre de la jornada del viernes, la acción de Indra se situó en los 18,06 euros, una subida del 150%.
Murtra cierra así una etapa exitosa, pero no exenta de obstáculos, en Indra. Entre sus decisiones más controvertidas se encuentra la salida de consejeros díscolos, con un tirón de orejas de la CNMV, pero sin sanción alguna.
Asimismo, ha tenido que lidiar con las convulsas relaciones entre PSOE y PP, que acordaron el nombramiento de José Vicente de los Mozos como consejero delegado a cambio de permitir la entrada de la empresa fundada y presidida por Ángel Escolano, segundo máximo accionista de Indra y ahora presidente de la propia compañía, que pasó de invertir 65 millones de euros por un paquete del 3% de la entidad. Poco a poco ha subido su participación al 18% y no se descarta que alcance otro 6% adicional, hasta situarse casi al mismo nivel que la SEPI.