Descubre todo lo que Andorra tiene para ofrecer, desde pueblos únicos hasta pistas de esquí

Andorra no es solo un destino para los amantes de la nieve y el esquí. Este pequeño país enclavado en los Pirineos alberga un sinfín de lugares maravillosos que van desde aldeas medievales hasta paisajes naturales que quitan el aliento. Su esencia auténtica puede sentirse en cada espacio, especialmente cuando se recorren sus pequeñas localidades y monumentos románicos, cargados de historia y tradición.

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Encuentra la magia en los lugares menos concurridos de Andorra

En invierno, Andorra despliega un paisaje mágico. Las nevadas cubren tanto los picos como los valles, creando un escenario único y perfecto para quienes buscan explorar su riqueza cultural y natural. Este es el momento ideal para descubrir joyas como la ermita de Sant Martí de Nagol, que se alza sobre un acantilado ofreciendo vistas impresionantes del río Valira. Este oratorio del siglo XI combina historia y aventura, siendo un reflejo de la conexión entre los andorranos y su entorno montañoso.

Los que visitan Andorra no siempre se desvían por caminos menos transitados, pero hacerlo lleva a descubrir una faceta única del país. Nagol, por ejemplo, es un pequeño núcleo que mantiene la esencia rural con su iglesia de Sant Serni y sus pintorescas vistas. Mientras tanto, lugares como el Pont de la Margineda o el yacimiento medieval de la Roureda ofrecen una inmersión en la historia que muchos turistas pasan por alto en su camino hacia Andorra la Vella.

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