Cuando el frío del invierno se instala y las temperaturas bajan, pocas cosas reconfortan tanto como un buen plato de cuchara. La fabada asturiana, con su sabor intenso y su capacidad para calentar cuerpo y alma, es uno de esos platos que se convierten en un auténtico refugio gastronómico. Sin embargo, su preparación tradicional puede llevar horas, algo que no siempre encaja con el ritmo de vida actual. Por suerte, existe una versión exprés que, en tan solo 15 minutos, consigue capturar toda la esencia de este clásico de la cocina española.
Esta fabada rápida no solo es ideal para quienes tienen poco tiempo, sino que también es una opción perfecta para disfrutar de un plato casero sin complicaciones. Con ingredientes de calidad y algunos trucos sencillos, es posible preparar una fabada que sabe a gloria y que se convierte en el mejor aliado para combatir el frío. A continuación, te contamos cómo lograrlo.
1LOS SECRETOS DE UNA FABADA RÁPIDA Y SABROSA
La clave para preparar una fabada en 15 minutos está en elegir los ingredientes adecuados y aprovechar las ventajas de los productos ya cocidos. Las alubias, que son el alma de este plato, pueden utilizarse en su versión en conserva, siempre que sean de buena calidad. Estas alubias, ya cocidas, ahorran horas de remojo y cocción, sin sacrificar el sabor ni la textura.
Otro elemento imprescindible son los embutidos. Para esta receta exprés, es fundamental contar con un buen chorizo y una morcilla de calidad, preferiblemente asturianos, que aporten el sabor característico de la fabada. Además, un trozo de panceta o tocino completa el trío de ingredientes que hacen de este plato una auténtica delicia.
El truco final está en el sofrito. Aunque la fabada tradicional no siempre incluye este paso, en la versión rápida es esencial para potenciar el sabor. Un sofrito de ajo, cebolla y pimentón, preparado en pocos minutos, se convierte en la base perfecta para unir todos los ingredientes y lograr un guiso lleno de matices.
