Las exmonjas de Belorado dan el salto musical con un disco gregoriano

El próximo 23 de enero arranca uno de los juicios más esperados a nivel mediático. El de las exmonjas de Belorado. El Juzgado de Instrucción nº 1 de Brieva (Burgos) tendrá que decidir si atiende a la demanda de desahucio del Azobispado de Burgos, que preside Mario Iceta, para que las exreligiosas Clarisas abandonen el citado convento burgalés.

Mientras tanto, las monjas excomulgadas por el Vaticano se han lanzado a explorar en el ámbito de los negocios para buscar una salida a sus problemas económicos de los que acusan a moseñor Iceta. Tras el éxito de su marca de chocolates RqR, las habitantes de Belorado se lanzan ahora al mundo musical.  

“Las monjas clarisas de Belorado han sido desde sus inicios guardianas de una rica tradición musical”, explica Francisco Canals, responsable de prensa de las exmonjas. “En su convento la música juega un papel fundamental; los cantos gregorianos resuenan en sus muros reflejando la profundidad de sus creencias”, añade.

Con el deseo de compartir su cultura musical y agradecer el apoyo recibido, las monjas clarisas han producido su propio CD. Se trata de una forma de aliviar su situación económica y trabajar para superar sus dificultades.

Parte del monasterio de Belorado.
Parte del monasterio de Belorado.

Hace años que las hermanas deseaban poner por escrito y poder divulgar la obra musical de la Madre Pureza para que en manos y boca de muchos la alabanza a Dios resonara desde distintos rincones, a través de composiciones que nacían del talento de un alma contemplativa y amante de la música. Por este deseo nació un CD con sus composiciones en boca de las propias hermanas de la comunidad dirigidas por la Madre Pureza. Esta edición se acompaña de un libro con todas las partituras en una edición muy especial.

LA TRADICIÓN MUSICAL DE BELORADO

La comunidad ve en la música un testimonio vivo de la unión entre fe y espiritualidad. Componen sus propios repertorios ya que durante centenares de años han cosechado su propia cultura musical logrando piezas de gran calidad que elevan el espíritu de quienes las escuchan.

Su órgano sirve de medio expresivo, se utiliza para actos litúrgicos y forma parte de la vida diaria del convento. Su sonido enriquece los cantos gregorianos y nos recuerda la profunda conexión que existe entre las hermanas y su fe religiosa.

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Sor Belén, responsable del órgano de la iglesia del convento de Belorado.

«Cada órgano tiene una personalidad única y exige una preparación especial», comenta Sor Belén, responsable del órgano durante las misas en Belorado. Junto a ella, figuras históricas como la Madre Pureza, quien además de haber sido abadesa estudió la carrera de piano y compuso numerosas canciones. Su presencia ha dejado una impronta imborrable en la tradición musical del monasterio.

Las de Belorado tienen un órgano pequeño, más conocido como “órgano positivo” es más ligero y manejable, se utiliza en el día a día de las misas diarias. Por otro lado, poseen el órgano conventual, data del siglo XVIII, lo restauraron en el 2002 logrando un órgano completamente saneado capaz de generar sonidos celestiales.

“Según el órgano con el que vamos a tocar se preparan los registros, cada órgano es siempre distinto y exige una dedicación especial” afirma sor Belén.

LA ASFIXIA ECONÓMICA

En conversación con el jefe de prensa de las habitantes del monasterio de Belorado Francisco Casals aseguraba a MONCLOA que desde el arzobispado se han negado a solucionar este asunto de otro forma y que están practicando con ellas una especia de «asfixia económica».

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El órgano de Belorado del siglo XVIII.

«Han dejado de pagar unas cosas sí y otras no. Han exigido que se hagan públicas las cuentas para que se vea cómo eran antes y cómo lo son ahora. Hay información que no conocen. Ni siquiera están seguras de que se haya pagado todas sus cuotas de autónomos”, explicaba Casals.

Con respecto al inicio de la judicialización del caso en respuesta a las preguntas de MONCLOA Casals aseguraba que las religiosas expulsadas de la Iglesia de Roma están «felices» por la demanda puesto que «les lleva a don quieren estar», es decir, «salir del derecho canónico para pasar al derecho civil donde se sienten más cómodas para defenderse».