La Operación Troya, un informe elaborado por la Comisaría General de Información sobre las relaciones de los independentistas catalanes con Rusia, que estos días desvela MONCLOA, recoge en sus páginas una estructura a cuatro niveles para la relación de Puigdemont y los suyos con el gobierno ruso para lograr el apoyo de Vladimir Putin a la independencia de Cataluña.
Según los agentes que redactaron el informe fechado en julio de 2024, «la estructura, en cuyo vértice se encontraba el que fuese presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se mantuvo activa de forma permanente, al menos en el espacio temporal comprendido entre agosto de 2017 y octubre de 2020, si bien algunos indicios apuntan a fechas anteriores». El ex presidente de la Generalitat de Cataluña sería precisamente el primer nivel de esta estructura.
«Durante ese período, la implementación de esta función se llevó a cabo por dos grupos estructurados y jerarquizados de personas, que se sucedieron cronológicamente y que fueron dirigidos por el segundo nivel de la estructura, encargado de la labor intelectual y de planificación de las diferentes acciones que fueron desarrolladas para obtener el apoyo de Rusia a una eventual república catalana», según el citado documento.
En el segundo nivel señalado por la Policía se encontraría al principio «el secretario de relaciones internacionales de CDC, Víctor Terradellas Maré, y posteriormente, por el responsable de la Oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay Rodríguez, en colaboración con el abogado y asesor jurídico del ex presidente, Gonzalo Boye Tusset», continúa el informe.
LA ESTRUCTURA DE PUIGDEMONT
Los dos inspectores de policía que firman el informe denominado Operación Troya añadieron sobre el tercer nivel de esta estructura que «las citadas personas, valiéndose de la posición privilegiada que les aportaba el cargo que representaban dentro de la estructura de su partido y/o de las administración de la Generalitat, anexionaron a la estructura a una serie de facilitadores que se encargaron de conseguir sobre el terreno los contactos en las esferas -política, administrativa y cultural- de la Federación Rusa con un perfil susceptible de servir a sus fines e intereses».
«RED TEJIDA DURANTE AÑOS POR EL INDEPENDENTISMO EN LA ADMINISTRACIÓN Y LA SOCIEDAD CATALANA»
Este tercer nivel fue escogido entre personas «de la red tejida durante años por el independentismo en la administración y la sociedad catalana». Los investigadores identificaron en este nivel a «la periodista española afincada en Rusia, Natalia Boronat, los empresarios Jordi Sardá y Alexander Dmitrenko y el periodista ruso Edvard Chesnokov».
Finalmente, en el cuarto nivel, que los policías describen como «individuos sobre los que se ha probado su participación objetiva en hechos concretos de la investigación, caracterizados por su proximidad a los niveles superior y directivo de la estructura». En esta categoría, los policías incluyeron «al diputado por Junts desde diciembre de 2017, Francesc d´Asis de Dalmases Thió, la directora general de Coordinación Interdepartamental de la Generalitat de Catalunya, Elsa Artadi Vila, el periodista y escritor, Carles Ramón Porta Gaset, el ex miembro de la organización terrorista Terra Lliure, Miquel Casals Fernández y el empresario Zeus Borrell Gil».
Además, continúa el documento policial, «junto a todos ellos, a lo largo de la investigación se han identificado a una serie de personas que tuvieron conocimiento y que (…) fueron partícipes de las relaciones que se estaban fraguando para recabar el apoyo y reconocimiento de la Federación de Rusia al proceso de independencia de Cataluña, siendo los siguientes: el ex cónsul honorario de Letonia, experto en relaciones internacionales y comerciales, Xavier Vinyals, el Secretario General de la Presidencia del Govern Xavier Vendrell, el que fuera secretario de Comunicación y Estrategia del Govern de la Generalitat entre 2001 y 2003, David Madí, el empresario catalán e ideólogo del secesionismo en Cataluña y dueño del diario catalán ARA, Oriol Soler y el empresario y productor cinematográfico Jaume Roures», según el documento.
Para los investigadores esta estructura o red investigada «operaba a espaldas del Gobierno de la nación con el claro propósito de perjudicar la autoridad del Estado y comprometer los intereses vitales de España».
El informe continúa relatando las medidas de seguridad que tenían los investigados en sus comunicaciones como el uso de Signal o Telegram y «en este sentido hay que tener en cuenta que J.L. Alay borró de su teléfono móvil todos los chats de Signal del año 2020», recuerda.
Y señalan directamente a Carles Puigdemont, ya que «resulta muy indicativo el hecho de que no se manifestase por teléfono de los asuntos relacionados con la trama rusa cuando era consultado y se reservara a hablar sobre ellos únicamente mediante encuentros físicos. Este modus operandi se observa durante todo el período que ha sido investigada la estructura tanto en la fase primigenia protagonizada por V. Terradellas, como en la segunda comandada por J.L. Alay y G. Boye»
