La pizza de remolacha y queso de cabra es una opción original y deliciosa que transforma un plato clásico en una experiencia culinaria inigualable. Con su base vibrante y su sabor suave pero intenso, esta receta es perfecta para aquellos que buscan algo diferente y saludable. Además, es el plato ideal para sorprender a tus invitados con una mezcla de colores y texturas que no pasa desapercibida.
2Preparación de esta inigualable pizza
El proceso de elaboración es tan fácil como placentero. Comienza extendiendo la masa en una superficie enharinada, dándole la forma deseada. Después, unta generosamente el puré de remolacha sobre la base, asegurándote de cubrir cada rincón. Luego, distribuye trozos de queso de cabra de manera uniforme para que al derretirse se mezclen con el resto de los ingredientes. La combinación de colores ya empieza a ser irresistible.
La pizza de remolacha y queso de cabra se hornea a 200 grados Celsius durante unos 15 minutos o hasta que el queso esté un poco dorado y burbujeante. Una vez fuera del horno, añade las hojas de rúcula fresca, las nueces y el chorrito de miel, que aportan un equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado. Si optaste por incluir la cebolla roja, este es el momento de agregarla para que conserve su textura crujiente.