Paloma Rocasolano, entre desengaños y un nuevo amor

Paloma Rocasolano ha vivido una vida llena de desafíos y momentos de cambios. A sus 72 años, la madre de la reina Letizia sigue siendo un pilar esencial en la vida de su hija, especialmente en los años más convulsos que ha atravesado Zarzuela. Su vínculo inquebrantable con Letizia la ha mantenido siempre cerca, especialmente en los momentos de mayor soledad de la reina. Su papel como abuela y confidente ha sido clave, principalmente en su constante apoyo durante la crianza de Leonor y Sofía, las nietas que tantas veces cuidó en el Palacio de la Zarzuela.

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La vida de Paloma Rocasolano junto a Jesús Ortiz y sus hijas

Nacida en una familia humilde, Paloma creció en Oviedo, hija de un taxista, y desarrolló su carrera como enfermera mientras criaba a sus tres hijas: Letizia, Telma y Érika. Su matrimonio con Jesús Ortiz estuvo lleno de complicaciones, y su mudanza a Madrid marcó el inicio de una etapa llena de retos. Mientras Jesús buscaba su camino en el periodismo, fue Paloma quien, gracias a su trabajo, sostuvo económicamente a la familia y ayudó a construir un futuro más estable. Su esfuerzo permitió que se instalaran en el chalé de Vaciamadrid, un hogar que simbolizaba el sueño familiar.

El divorcio con Jesús Ortiz fue un golpe duro para Paloma Rocasolano. Según relatos de su primo David Rocasolano, el proceso fue bastante doloroso para ella y para Letizia, quien se convirtió en su principal apoyo. La separación no solo marcó el fin de su matrimonio, sino también un momento de cambio radical en su vida. A pesar de las dificultades, Paloma nunca perdió su determinación y continuó dedicándose a su familia y a proyectos que le aportaban satisfacción personal.

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