La reina Sofía pone fin a su Navidad más difícil sin sus hijos

La reina Sofía ha vivido unas Navidades marcadas por la soledad y la distancia de su familia. En una época tan importante, la emérita ha tenido que despedir estas festividades con una tristeza palpable, acompañada únicamente por su hermana Irene de Grecia.

Las dos hermanas se han refugiado en la tranquilidad de Zarzuela, donde han pasado estas fechas, lejos del bullicio familiar. La reina Sofía ha afrontado este difícil final de año tras la pérdida de su hermano Constantino, un golpe que la ha dejado emocionalmente afectada, aunque la cercanía de su hermana ha sido un consuelo.

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La soledad de la reina Sofía se ha convertido en un reflejo de los cambios de la familia real

Los últimos meses de la reina Sofía han estado marcados por la incertidumbre y la controversia, especialmente debido a los escándalos que rodean al rey Juan Carlos. Las revelaciones sobre su matrimonio roto, los audios filtrados y su comportamiento durante los últimos años han expuesto una situación familiar mucho más complicada de lo que se había pensado. La reina Sofía ha sido la que ha tenido que dar la cara públicamente en España mientras el rey Juan Carlos se refugiaba en Abu Dabi, y aunque ha mantenido una postura firme, la soledad y el dolor se reflejan en su rostro.

A sus 86 años, la reina Sofía se enfrenta a una nueva etapa de su vida en la que la familia parece haberse distanciado de ella. Aunque en eventos públicos se la ve acompañada de su hijo Felipe y su nuera Letizia, no hay imágenes familiares como las que se ven en otras casas reales, donde la cercanía y el cariño parecen ser más notables. La reina Sofía parece haber quedado relegada, en un segundo plano, una situación que contrasta con la calidez y la familiaridad que se vive en el entorno de la familia de su nuera.

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