La reina Sofía pone fin a su Navidad más difícil sin sus hijos

La reina Sofía ha vivido unas Navidades marcadas por la soledad y la distancia de su familia. En una época tan importante, la emérita ha tenido que despedir estas festividades con una tristeza palpable, acompañada únicamente por su hermana Irene de Grecia.

Las dos hermanas se han refugiado en la tranquilidad de Zarzuela, donde han pasado estas fechas, lejos del bullicio familiar. La reina Sofía ha afrontado este difícil final de año tras la pérdida de su hermano Constantino, un golpe que la ha dejado emocionalmente afectada, aunque la cercanía de su hermana ha sido un consuelo.

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Durante el día de Reyes la reina Sofía tampoco contó con la compañía de ninguno de sus hijos

En el día de Reyes, la familia Ortiz Rocasolano, en la que se incluye el suegro y la madre de la reina Letizia, celebró una de las tradiciones más queridas de la familia real: el roscón de Reyes. Felipe, Letizia y sus hijas Leonor y Sofía estuvieron presentes en esta cita, junto con otros miembros cercanos de la familia, como la madre de la reina Letizia, Paloma Rocasolano, y su hermana Telma. Mientras tanto, la reina Sofía se encontraba en Zarzuela, lejos de estas celebraciones familiares, sin la compañía de sus hijas ni de su hijo, lo que reflejaba aún más su aislamiento durante estas fechas tan especiales.

La situación de la reina Sofía ha sido aún más dolorosa al verse eclipsada por el apoyo público que recibió el rey Juan Carlos en Abu Dabi. Una multitud de alrededor de 80 personas se unieron al exmonarca para festejar su cumpleaños, entre ellas sus hijas y nietos. A través de un espectáculo de luces y drones, se mostraron gestos de apoyo hacia él, mientras la reina Sofía se quedaba al margen, en silencio, observando desde su residencia en Zarzuela. Esta celebración, con la presencia de amigos cercanos y familiares, contrastaba con su propia soledad, una soledad que se hace cada vez más notable a medida que los años avanzan.