La infanta Sofía, la hija menor de los reyes Felipe VI y Letizia, siempre ha tenido un lugar destacado en las tradiciones familiares. Sin embargo, el año pasado marcó un cambio inesperado que dejó entrever ciertas diferencias en el trato hacia sus dos hijas. Durante la tradicional merienda del roscón de Reyes en casa de Jesús Ortiz, abuelo materno de Sofía y Leonor, la infanta brilló por su ausencia, un hecho que no pasó desapercibido.
1Los compromisos de la infanta Sofía no fueron razón de peso para modificar la fecha de la tradición
Hasta ahora, los reyes habían mostrado una constante preocupación por mantener la igualdad entre Leonor y Sofía, incluso cuando la princesa de Asturias asumió su papel como heredera al trono. Por ello, durante años, la familia real ajustó la fecha de la merienda navideña para asegurarse de que ambas hijas pudieran asistir, adaptándose a los compromisos académicos de Leonor. Pero esta vez, la situación fue totalmente distinta.
El año pasado, los reyes Felipe y Letizia decidieron celebrar la merienda el 6 de enero, sin modificar la fecha como en ocasiones anteriores. La ausencia de la infanta Sofía se justificó por su regreso a Gales para continuar sus estudios, algo que no impidió que Leonor estuviera presente. La reunión familiar, que incluyó a Jesús Ortiz y su esposa Ana Togores, se llevó a cabo como si nada hubiera cambiado, dejando claro que la ausencia de la menor no fue motivo suficiente para cambiar la tradición.
