La sopa de almendra es una de esas recetas que evocan tradición, calidez y sabor. Especialmente en enero, cuando el frío se siente más intenso, este plato se convierte en el aliado perfecto para reconfortar el cuerpo y el alma. Originaria de la gastronomía española, su textura cremosa y su delicado aroma la han hecho imprescindible en las mesas invernales. Aunque su preparación pueda parecer complicada, en realidad es una receta muy simple que puedes lograr con ingredientes básicos y un poco de dedicación.
Ingredientes para hacer una auténtica sopa de almendra
Para hacer una deliciosa sopa de almendra, necesitarás ingredientes clave que aporten todo su carácter. Las almendras, por supuesto, son la base; se prefieren las crudas y peladas, que al tostar ligeramente potencian su sabor. También necesitarás pan del día anterior para darle cuerpo a la sopa, caldo de pollo o agua para aligerar su textura, ajo para un toque aromático, aceite de oliva virgen extra que aportará suavidad, y leche para equilibrar el sabor. Por último, un poco de sal, pimienta y, si deseas un toque especial, una pizca de nuez moscada o canela que eleve su esencia.
Paso a paso para hacer esta sopa e iniciar bien el año
El proceso para preparar la sopa de almendra es tan reconfortante como degustarla. Comienza tostando las almendras en una sartén hasta que desprendan su aroma característico. Luego, en una cazuela, sofríe el ajo en aceite de oliva hasta que quede dorado y añade el pan cortado en trozos pequeños, dejando que se impregne de los sabores del aceite. Este paso es fundamental para darle esa textura inconfundible que caracteriza a la sopa de almendra.
Después de todo lo anterior, incorpora las almendras tostadas y vierte el caldo caliente poco a poco, removiendo constantemente. Deja que todo hierva a fuego lento durante unos minutos para que los ingredientes se integren.
El último paso es triturar la mezcla hasta conseguir una crema homogénea y suave. Aquí puedes ajustar la consistencia según tu preferencia, añadiendo más caldo si lo deseas más ligero. Finalmente, vuelve a calentar la sopa de almendra a fuego bajo y añade la leche, removiendo bien para que quede cremosa. Sirve inmediatamente, decorando con unas almendras laminadas o un chorrito de aceite de oliva.
Prepara esta deliciosa sopa para iniciar el año con el pie derecho
La sopa de almendra no solo es una receta exquisita y reconfortante, sino también una forma de mantener viva una tradición culinaria que nos conecta con nuestras raíces y antepasados. En enero, no hay mejor manera de disfrutar del invierno que con un plato humeante de esta exquisitez. Pruébala y deja que su sabor te abrace.
