La agenda política de la Navarra está marcada por decisión de la expresidenta Uxue Barkos de abandonar la secretaría general de Geroa Socialverdes, que es la formación que controla la coalición Geroa Bai en la que también se integra la rama navarra del PNV.
El parlamentario Pablo Azcona relevó hace unos días a Barkos, que en las 2 últimas ha tenido un papel protagónico en la política navarra. La periodista fue la cara visible de la coalición Nafarroa Bai y se convirtió en diputada en 2004.
Su brillantez parlamentaria, y su involuntaria conversión en un símbolo de lucha contra el cáncer, le convirtieron en un valor político al alza. En 2011 fundó Geroa Bai tras romper con la izquierda abertzale más moderada.
En 2015 se convirtió en presidenta de Navarra, que fue un cargo que ostentó hasta 2019, y el pasado año dejó la Cámara foral para convertirse en senadora por designación autonómica.
UN ESPACIO JUGOSO
Geroa Bai ha sabido ensanchar un espacio que había sido pequeño, que fue el que en su día ocupó Eusko Alkartasuna, para convertirse en una formación de relevancia gracias al tirón personal de Barkos.
La coalición, que forma parte del Gobierno de Navarra, ensanchó un espacio vasquista y progresista para enfado de otras fuerzas que suspiraban por esos caladeros de voto. Es el caso de UPN, que vio como algunos votantes del norte se le marchaban a Geroa Bai en 2015.
Aunque el espacio de Geroa Bai es principalmente progresista, pese a que fue impulsada por el PNV. Bien lo sabe Euskal Herria Bildu, que sueña con los votos que podrían ganar si Barkos no repite como candidata autonómica en 2027, o del PSN-PSOE, que pese a liderar el Gobierno foral sigue lejos de los números que logró en los años 80 y 90.
NO SE VA
Uxue Barkos ha querido derribar la tesis que se había fijado en los últimos días sobre su posible jubilación. Algunas voces creen que su decisión de apartarse de la dirección de Geroa Socialverdes era el inicio de su final político.
Pero ella lo ha negado. «Estamos en un proceso de transición en Geroa Bai, pero una transición no es una retirada. En Geroa Bai hay gente joven que tiene que empezar a curtirse. Hay que hacer un buen trabajo interno», asegura.
Dice Barkos en el Diario de Noticias que «en Geroa Socialverdes no hay ninguna ruptura. Es un momento de transición. Igual era más cómodo seguir por inercia, pero las cosas hay que hacerlas con sensatez y serenidad».
«Sin Geroa Bai no hubiera existido el cambio de 2015 ni la ruptura del bipartidismo en Navarra. Tampoco se hubiese podido mantener ninguna alternativa a la derecha. Hoy veo planteamientos nuestros en muchos partidos, y me alegro profundamente», añade.
Sobre su posible retirada, puntualiza. «No es el momento de hablar de esto. Además, hace 15 años dije: con esto termino. Y mira dónde estoy. Jamás volveré a decirlo. Pero si hemos iniciado un proceso de transición es porque no tenemos ninguna prisa en tomar ninguna decisión, en preparar a las personas, que los que peinamos canas tenemos fuerza y capacidad para aportar al proyecto y a la sociedad. Yo tengo correa para rato. Pero a quienes me están despidiendo, no, yo no me he despedido todavía. 2027 llegará y Geroa Bai estará con fuerza, y con muchas personas».
El nuevo líder de Geroa Socialverdes, Pablo Azcona, afirma por su parte que no van a «permitir el insulto permanente, que solo delata el miedo a una sigla, la nuestra, determinante para acabar con la hegemonía de la derecha en Navarra. Jalean a Bildu, pero terminan insultando a Geroa, señalan al PSN, y terminan hablando de Geroa. La derecha navarra tiene miedo a Geroa Bai, tiene miedo a quienes les dejamos fuera del poder».
