España dice adiós a las calderas con esta nueva tecnología que lo cambiará todo

En España y el resto de los países de la Unión Europea las calderas pueden tener fecha de caducidad. Las calderas de España, que funcionen a base de combustibles fósiles, podrían dejar de existir en 2040 para lograr la neutralidad climática. Con esta medida, los miembros de la UE pretenden mejorar la calidad de vida de las personas, impulsando el ahorro energético y disminuyendo el valor de las facturas a finales de mes. Esta medida comenzará a regir a partir de 2025 con una disposición clara: ningún Estado podrá subvencionar la instalación de este tipo de calefacción.

De esta manera, la legislación impuesta por la Unión Europea establece el uso de otras tecnologías alternativas tales como bombas de calor, redes de calefacción urbana y calderas híbridas que, de acuerdo a esta nueva medida, serán las que seguirán recibiendo apoyo de las autoridades por contar con mecanismos amigables con el medio ambiente. Este tipo de estrategia deberá contar con un buen soporte para la transición y medidas alternativas en zonas más alejadas y rurales.

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Calderas antiguas en España: qué hacer con este sistema obsoleto

Según los últimos registros, en España existen nueve millones de calderas que están funcionando de las cuales más de seis millones son antiguas. Estas aplican un tipo de tecnología que ya no corresponde con las nuevas modalidades ni contribuyen a la reducción de la huella de carbono. Además de generar un aumento en las facturas de energía, este tipo de mecanismo puede implicar un riesgo para el usuario. Por este motivo, muchos especialistas recomiendan una alternativa más adecuada y sostenible.

Se trata de las calderas de condensación que son las que utilizan el calor del vapor de agua que se genera durante la combustión. En lugar de ser liberado en forma de humo, este vapor se condensa tirando energía adicional para calentar la vivienda. Esta solución permite consumo de gas entre un 25% y un 30% y, de acuerdo a los especialistas, emiten hasta un 70% menos de dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx).