La Operación Campamento, el ambicioso proyecto del Ayuntamiento de Madrid para soterrar un tramo de la A-5 y revitalizar el suroeste de la capital, se enfrenta a importantes obstáculos desde su inicio.
El soterramiento de la A-5, una obra faraónica con un presupuesto considerable, es el principal caballo de batalla de esta iniciativa y se encuentra en el centro de una creciente controversia. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, tiene el desafío de gestionar este complejo proyecto y las crecientes tensiones que lo rodean.
Colapso circulatorio y desencuentros políticos
Con una intensidad de tráfico de 80.000 vehículos diarios en la A-5, las obras amenazan con provocar un colapso circulatorio sin precedentes. Ante este escenario, el Ayuntamiento de Madrid solicitó al Gobierno central la liberalización del peaje de la R-5, vía alternativa a la A-5. Sin embargo, el Ministerio de Transportes, encabezado por Óscar Puente, exige una compensación económica a cambio, una propuesta que ha generado un fuerte rechazo por parte del consistorio madrileño.
El Ayuntamiento denuncia un trato discriminatorio por motivos políticos, argumentando que en otras regiones gobernadas por el PSOE se han concedido gratuidades similares sin coste para las arcas municipales. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, acusa directamente al Gobierno de un trato desigual hacia la capital. Este enfrentamiento político amenaza con enquistarse, perjudicando principalmente a los conductores madrileños.
Protestas vecinales y exigencias de ampliación
La polémica se extiende también al ámbito vecinal. Las asociaciones de vecinos de Campamento y Aluche, aunque apoyan el soterramiento, exigen la ampliación del tramo subterráneo. Consideran insuficientes los 3.800 metros previstos inicialmente y reclaman 700 metros adicionales, hasta la Avenida de los Poblados. Además, advierten que una ejecución en fases agravará la situación de los vecinos que residen en la zona de la segunda fase.
A estas demandas se suma la petición de eliminar los pasos subterráneos del Paseo de Extremadura, una promesa electoral de Almeida que, según los vecinos, divide los barrios y dificulta la movilidad de personas mayores y con movilidad reducida. Las quejas también se centran en el deficiente estado de los túneles existentes, con problemas de olores y escasa iluminación. «El Ayuntamiento debe pensar en la movilidad de todos, no solo en la de los coches», reclaman los vecinos.
El Ayuntamiento, por su parte, mantiene su postura, afirmando que cumple con sus compromisos. Mientras tanto, Más Madrid y PSOE se han unido a las protestas vecinales, incrementando la presión sobre el gobierno municipal. La Operación Campamento se convierte así en uno de los temas más controvertidos de la legislatura, con un futuro incierto y un conflicto que amenaza con intensificarse.
Puente solo gratuito el autobús por la R-5
La autopista R-5 será gratuita para los autobuses durante el periodo de obras en la A-5, tras una propuesta del Ayuntamiento. Las rutas de autobuses estatales que no tengan parada en Navalcarnero, Móstoles y Alcorcón, modificarán su recorrido para desviarse por la R-5.
Además, la R-5 seguirá siendo gratuita para todos los vehículos entre las 00:00 y las 6:00 horas. En este sentido, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, no ha accedido a las peticiones del Ayuntamiento de la capital que pedía la libre circulación por al famosa radial
Por último, se modificarán los itinerarios de los servicios públicos de transporte regular de viajeros por carretera de competencia estatal que tengan parada en el Intercambiador de Príncipe Pío.
