Con sus 100 años, Jimmy Carter era el presidente de los Estados Unidos más anciano. Aunque sólo estuvo una legislatura en la Casa Blanca, entre 1977 y 1981, la presidencia de Carter llegó en un momento clave para la sociedad estadounidense. Llegaba al poder después del fin de la sangría que supuso la intervención armada en Vietnam, del escándalo Watergate y de la criticada presidencia de Gerald Ford, mandatario no electo. Además, la celebración en julio de 1976 del segundo centenario del país no consiguió levantar la moral de una sociedad que, como se decía eufemísticamente en la prensa, había “perdido la inocencia”.
Carter fue un sándwich entre presidentes republicanos. Sólo cuatro años después de su llegada al despacho Oval fue sustituido por Ronald Reagan que usó una campaña de marketing bastante novedosa. Carter fue un respiro que rápidamente desilusión a su país.
Con respecto a España, Carter fue el primer mandatario estadounidense en pisar suelo español de manera oficial desde la implantación de la democracia. Los anteriores presidentes habían visitado a Franco. Eso sí, sólo los republicanos (Eisenhower, Nixon y Ford). Los demócratas Kennedy y Johnson no aparecieron por el país para evitar la foto con un dictador. Lo que no les impidió llegar a acuerdos con los gobiernos del general gallego.
CARTER: 24 HORAS EN ESPAÑA
Carter era el primer presidente del Partido Demócrata que visitaba oficialmente España. Y lo hacía en un momento en el que todo el mundo tenía sus ojos posados en nuestro país. Desde la muerte de Franco el proceso de Transición política se seguía con gran interés. Especialmente para Estados Unidos. Desde 1953 habían retomado relaciones diplomáticas y habían instalado bases americanas en suelo español. Les preocupaba especialmente, que España pudiera caer en el ámbito de influencia soviética y forzar la entrada de la nueva democracia en la OTAN. La salud de la monarquía parlamentaria que encarnaba Juan Carlos I interesaba mucho en la Casa Blanca.
En ese contexto, en 1980, Jimmy Carter y su mujer Rosalynn visitaron oficialmente el país. Una estancia que tuvo gran cobertura en los medios de comunicación españoles. Sólo estuvo 24 horas en el país, pero con una agenda apretada: comida de gala con los Reyes Juan Carlos y Sofía en el Palacio de Oriente, visita al Museo del Prado y cena con Adolfo Suárez en Moncloa.
Lo cierto es que sacó tiempo para reunirse con Felipe González. Carter consideraba al PSOE como una alternativa viable. No así al Partido Comunista con los que no quiso reunirse bajo ningún concepto. Años después González recordaría a Carter como una buena persona, pero un mal político. Lo consideraba poco preparado intelectualmente.
La visión de persona bondadosa también lo revalidaría la Reina Sofía en las memorias que le dictó a Pilar Urbano. Sobre todo, en comparación con su predecesor Gerald Ford que le pareció a la consorte española especialmente antipático.
CARTER Y EL PUEBLO DEL SENOR WENCES
Jimmy Carter fue el primer presidente estadounidense en hablar correctamente español. Él y su esposa Rosalynn, profundamente creyentes, leían una Biblia en castellano para mejorar su dominio de esta lengua.
Por ello pudo tener una conversación larga con Adolfo Suárez. Discutieron los mandatarios por el ingreso de España en la OTAN. Una decisión que Suárez no tenía clara. De forma más distendida, Carter la habló a Suárez de un pueblo de Salamanca, Peñaranda de Bracamonte. La sorpresa de Suárez fue mayúscula. Carter le comentó que conocía el pueblo porque era fan de un artista nacido allí.
Se refería a Wenceslao Moreno Centeno, conocido artísticamente cono Señor Wences. Tío de José Luis Moreno, este salmantino era ventrílocuo nació en 1896 y se trasladó a Estados Unidos en los años 30. Trabajó en el mundo del Music Hall y con el nacimiento de la televisión, a finales de los años cuarenta, se convirtió en habitual del show de Ed Sullivan. Esto le hizo ser todo un ídolo para los americanos de los años cincuenta. Entre ellos el joven Jimmy Carter que siempre consideró al Señor Wences como uno de sus cómicos favoritos.
Con el Señor Wences ocurrió como con Charo Baeza o Xavier Cugat que llegaron a ser más conocidos en Estados Unidos que en España. Carter asoció durante años España al popular ventrílocuo y fue uno de los motivos que también le impulsaron a conocer el idioma. Nunca pudo conocer el pueblo de origen de su ídolo y eso que volvería en varias ocasiones a nuestro país ya como expresidente. En 1998 fue invitado de honor al desfile del 12 de octubre y en 2010 junto a su inseparable esposa hizo un viaje turístico por varios parejes españoles como Cuenca o Segovia y quedó testimonio de que disfrutaron de los churros con chocolate de San Ginés. Algo tan español como el Señor Wences que tanto admiraba.