Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, se inmola con el caso Koldo con una nueva versión sobre su implicación en la compra de mascarillas a la empresa de la trama liderada por Juan Carlos Cueto, Víctor de Aldama y Koldo García, principales imputados por organización criminal, delito contra la Hacienda Pública y otro más por blanqueo de capitales.
El ministro Torres está acorralado por sus propias versiones de los hechos, una situación que podría servir a Pedro Sánchez para parapetarse en el caso Koldo e incrementar así la seguridad en el control de daños. No obstante, llegó al Ministerio de Política Territorial de la mano del presidente del Gobierno tras quedarse sin el aforamiento, una condición que hace difícil su imputación al ser el Tribunal Supremo el único con esta potestad, pasando antes por el suplicatorio al Congreso de los Diputados por su condición de diputado.
Torres negó primero tener cualquier contacto con nadie de la trama. Así lo ha repetido de forma insistente desde que su nombre comenzó a airearse por los contratos con la empresa Soluciones de Gestión en una licitación de mascarillas.
«Vuelvo a repetir lo que llevo diciendo desde el primer día, a mí no me llamó ni el ministro ni nadie de su equipo en el Ministerio de Transportes para contratar con esta empresa», afirmó.
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Las declaraciones se produjeron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado el pasado dos de abril, dos meses después de estallar el caso Koldo tras una exhausta investigación de la UCO de la Guardia Civil.
TORRES, DE NO CONOCER A NADIE A ENVIARSE MENSAJES CON KOLDO
Poco después afirmó que no conocía a Aldama, a quien le señaló por no saberse ni su nombre, pero las conversaciones de Koldo demuestran que hubo una intermediación clara con la presunta trama, con envío de documentación reservada incluida desde la Consejería de Salud, según ha recogido El Mundo con capturas de WhatsApp.
El ministro de Política Territorial niega ahora que dijera que no tuvo contacto alguno con nadie de la trama, para admitir lo evidente, que sí los hubo, especialmente con Koldo, que actuó presuntamente como intermediario directo entre Torres y Aldama, convertido ahora en testigo de cargo y calificado por la UCO de la Guardia Civil como el «nexo corruptor» de la presunta trama.
El ministerio nunca ha negado que hablara con Koldo cuando Koldo era asesor del Ministerio
«El ministro nunca ha negado que hablara con Koldo cuando Koldo era asesor del Ministerio», según han asegurado fuentes del Ministerio de Política Territorial a Espejo Público. «La empresa que trabajaba para el Ministerio de Transportes no llegó por el expresidente Torres, sino a través de una llamada del Ministerio al entonces director del Servicio Canario de Salud, a quien se le propuso esa empresa», insisten.
Aldama señaló a Torres por haberle pedido 50.000 euros, un montante que no llegó a percibir, como también por los contratos con las mascarillas. El ministro de Política Territorial negó todo e incluso firmó la querella por difamación contra el comisionista, empresario y expresidente del Zamora.
DOCE ALTOS CARGOS DEL GOBIERNO Y DEL PSOE, SEÑALADOS POR ALDAMA
El caso del ministro Torres no es el único en el Gobierno, donde doce ministros y altos cargos del PSOE han sido señalados por Aldama, como los jefes de Gabinete de Industria y Hacienda, así como al número tres de Ferraz, Santos Cerdán. También aseguró que estuvo con el ministro de Interior, Fernando-Grande Marlaska, durante el ‘Delcygate‘, mientras que tuvo mensajes directos con Teresa Ribera, exministra de Transición Ecológica; y el colofón fue la foto con vídeo con Pedro Sánchez, tras asegurar que ni lo conocía. También están en entredicho los contratos señalados por Aldama durante la etapa de Ábalos y Raquel Sánchez.
Aldama tiene ahora a todo el aparato del Gobierno tratando de desmontar todo escrito presentado, incluso José Luis Ábalos ha entregado el contrato del alquiler de la vivienda en Cádiz, que según describió el comisionista era una ‘mordida’. No obstante, ha presentado también pruebas de contratos, conversaciones con teléfonos personales, como con Reyes Maroto, exministra de Industria y líder del PSOE en la capital.
La declaración de Víctor de Aldama aún debe ser probada por la Justicia, aunque el juez Leopoldo Puente y la propia UCO de la Guardia Civil le dan credibilidad al mantener las imputaciones y alargar estas a José Luis Ábalos, que trata de frenar el suplicatorio del Supremo ante el Congreso de los Diputados aportando nuevos documentos.
El presidente del Gobierno, por su parte, ha afirmado que nunca se ha reunido con Víctor de Aldama, quien a su vez ha asegurado disponer de pruebas, más allá de las fotos con Pedro Sánchez. De hecho, ha entregado un vídeo en el que conversa junto con Koldo con el jefe del Ejecutivo de forma distendida. Según el presunto «nexo corruptor», fue el propio Sánchez quien quería conocerle tras ser informado de sus hazañas.
