El año 2024 para la Casa Real española ha sido uno marcado por contrastes y con aires de cambio en la gestión de la institución. Ya en enero la llegada de Camilo Villarino a la jefatura de la Casa del Rey en sustitución de Jaime Alfonsín se hizo entre anuncios de grandes cambios dentro de Zarzuela y en su relación con el exterior. No mentía.
Con su llegada al cargo ha habido cambios más que notables en la comunicación después de años pidiendo a gritos una actualización de unos modos de tratar a la nueva sociedad de la información con ritmos más propios de mediados del siglo XX. Desde el aterrizaje de Camilo Villarino la Casa Real ha empezado a manejarse en el mundo de las redes sociales.
Fuentes cercanas al diplomático hablaban de que su gran apuesta era “feminizar y civilizar la Casa”, es decir apostar por mujeres de alto nivel y con experiencia más civil que militar. Así, han sido importantes la llegada a la institución de dos mujeres al organigrama de la institución: Mercedes Araújo Díaz de Terán y Carmen Castiella Ruiz de Velasco, que tomarán el relevo, respectivamente, de Domingo Martínez Paloma al frente de la Secretaría General de la Casa y de Alfonso San Portolés al frente la Consejería Diplomática.
LA MUJER DE CONFIANZA DE LETIZIA
Además, se puso al frente de la Secretaría de la Reina María Dolores Ocaña. La principal colaboradora de Letizia Ortiz es abogada del Estado con gran experiencia institucional. En junio de 2018 se incorporó al ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como Subsecretaria recién llegado a la cartera Luis Planas. Fue durante el primer gobierno de Pedro Sánchez.

En abril llegó a Zarzuela. Para muchos es una mujer muy vinculada al PSOE y para otros una funcionaria sin tinte ideológico. En lo que coinciden todos es destacar su obsesión por el trabajo bien hecho.
Ocaña lleva a cabo el estudio, preparación y ejecución de los asuntos relacionados con las actividades de la soberana y, también, es responsable permanente de la seguridad inmediata de la Familia Real.
Dicen que la conexión entre ella y la Reina es total. Que se ha adaptado a la perfección al carácter de doña Letizia y a su forma de entender el trabajo. Aseguran que se conocieron en 2019 en la presentación del Centro Mundial de Valencia para la Alimentación Urbana Sostenible. La conversación que tuvieron gustó mucho a la Reina que descubrió que compartía con la abogada muchos puntos de vista. Cinco años después de encuentro en la ciudad del Turia trabaja en Valencia.
PAIPORTA Y NOTRE DAME
Un punto y aparte, sin duda, fue la visita de los Reyes a Paiporta (Valencia) ha dejado unas imágenes que ya forman parte de la historia de su complicado reinado. Abucheos, barro, lloros y conversaciones de tú a tú marcaron una jornada que no ha dejado a nadie indiferente. Nunca se había visto a Felipe VI y Letizia Ortiz hablando de tú a tú con unos ciudadanos en un estado de desesperación y enfado como ese. Tampoco nunca habían tenido que recibir las imprecaciones del pueblo de esa manera.

Finalmente, a nivel de imagen, el resultado ha sido positivo, lo que no le resta temeridad. La forma de hablar de tú a tú de los Reyes con los afectados, aguantando incluso las críticas gruesas fruto del dolor y la sensación de abandono, hizo a Felipe y Letizia enfrentarse a una realidad que poco tiene que ver con las recepciones al cuerpo diplomático o los reportajes satinados de ¡Hola! Un contacto ante el que supieron reaccionar calmando a la gente sin caer en la condescendencia.
La prensa internacional ha destacado especialmente el papel de Letizia. La imagen de la consorte embarrada, llorando y cogiendo por los hombres a una mujer que la increpa, ha sido una de las favoritas en los periódicos franceses y británicos.

En el otro extremo está la no presencia de los monarcas españoles en la inauguración de Notre Dame en París. Un error de protocolo y de la ‘marca España’ que dejó de manifiesto los problemas entre el ministro de Exteriores Albares y el Jefe de la Casa, Camilo Villarino, tal y como adelantó MONCLOA.
LA APUESTA POR LEONOR Y SOFÍA
Desde que en noviembre de 2023 se convirtiera legalmente en heredera al trono jurando la Constitución, Leonor cada vez tiene más agenda propia y se perfila como el uno de los grandes activos de la institución. Una presencia oficial que ha combinado con su segundo año de formación militar. En este caso, en la Escuela Naval de Marín.

Con los años, la Princesa Leonor está formando su propia imagen y reforzando su papel como sucesora al trono. Por ello, esta decisión de la Casa del Rey no es un asunto baladí. Tradicionalmente, la Casa Real española no ha prestado atención a la formación de los ‘segundones’, es decir los que ocupan el segundo puesto en la línea de sucesión al trono. El ejemplo más reciente es el de la Infanta Elena, que ocupó el segundo puesto hasta 2005. Sin embargo, no recibió una formación ni político, ni diplomática, ni mucho menos militar.
Puede que con la Infanta Sofía se subsane un error histórico en gran parte por necesidad. Como decimos reducir la familia real al mínimo conlleva que se necesiten ‘manos’ para cubrir y vender la institución. La Infanta puede ser el gran apoyo para el futuro de la monarquía que representa su hermana Leonor.
La primera vez que tuvo un discurso público fue durante los Juegos Olímpicos de París junto a la propia Princesa de Asturias. Debido al haber estado siempre en un segundo plano fue una sorpresa su intervención que convenció a todos con un discurso bien armado y natural. Incluso con un punto de cercanía que en ocasiones le falta a su hermana mayor.