En el mundo animal, el envejecimiento es un proceso que parece inevitable. Sin embargo, algunos reptiles desafían las reglas del tiempo, mostrando una capacidad increíble para vivir durante períodos muy extensos sin que su organismo sufra los efectos del envejecimiento. Uno de los principales ejemplos de esto son las tortugas, especialmente aquellas que habitan en regiones aisladas, donde el paso del tiempo parece no tener efecto sobre ellas.
1Las tortugas son ese animal que parece no envejecer
Las tortugas, en particular, son conocidas por su longevidad. Algunos estudios han demostrado que, a medida que estas alcanzan la madurez, su probabilidad de morir no aumenta con la edad, lo que sugiere una resistencia biológica al envejecimiento. Esto las convierte en una de las especies más longevas del planeta, ya que incluso, algunas llegan a vivir más de 100 años sin mostrar ningún signo de envejecimiento físico importante.
Este fenómeno, lejos de ser exclusivo de las tortugas, también se observa en otros reptiles y anfibios. Por ejemplo, ciertas especies de iguanas y salamandras presentan una sorprendente capacidad para mantenerse jóvenes durante mucho tiempo. La clave de su longevidad podría estar en su metabolismo más lento, lo que les permite reducir el desgaste celular que normalmente acompaña al envejecimiento en otros animales.