Salvador Illa mantiene las costumbres independentistas y da su mensaje de Navidad sin simbolismo alguno, con la bandera catalana de fondo y con la ausencia tanto de las banderas de España y de la UE. Nada cambia en la Generalitat con el líder del PSC, que insta a la paz y el diálogo, mientras exige romper la caja única de la Seguridad Social y de la recaudación tributaria, con numerosos riesgos para su propia economía debido a los posibles boicots de productos catalanes, como ocurrió en el pasado 2017 y en la etapa de 2009.
Salvador Illa no acepta lecciones de nadie y menos de Madrid, pero mantiene firme su hoja de ruta hacia la independencia fiscal del resto de Comunidades del régimen común. El plan es sencillo: tener la caja y la llave para poder disponer de los recursos que se generan en Cataluña, tanto en el IRPF como en el IVA. No obstante, la respuesta política es clara: «El rechazo es total. Y no solo por las autonomías controladas por el PP, sino también del PSOE, como Aragón, Castilla y León y gran parte de Andalucía».
Así lo aseguran fuentes del PP y del PSOE, pero los socialistas tratarán de conceder la nueva medida de pago por los siete votos de Junts, que ha dado un ultimatum, otro más, a Pedro Sánchez para desbloquear la amnistía a Puigdemont y facilitar los presupuestos. Salvador Illa afirma que es el Gobierno del cambio, pese a su clara minoría parlamentaria, con solo los apoyos de ERC y los Comuns, los socios preferentes, mientras que PP y Vox actúan de contrapesos, aunque sin poder bloquear la actividad legislativa.
El presidente de la Generalitat ha enfocado su discurso en la «fraternidad entre personas y territorios como fundamento de cualquier sociedad, país o democracia». No obstante, lo dice quien quiere romper con el ordenamiento jurídico y reparto de responsabilidades establecido en la Constitución.
«Cuando hemos compartido esperanzas, esfuerzos y optimismo hemos progresado más y a favor de todos», ha afirmado a los catalanes, una premisa que no busca aplicar al conjunto de España al tratar de romper el sistema fiscal establecido, es decir, perturbar un sistema al que aportan trabajadores y empresas, incluidas las catalanas debido a la deslocalización de centros de producción.
ILLA MANTIENE EL GASTO DEL SOTTOGOVERNO
Sin Presupuestos, con un Parlamento completamente dividido en cuatro partes -PSC y ERC; Comuns; Junts; PP y Vox- y con una deuda cercana a los 90.000 millones de euros, el PSC ha entrado en tromba en el llamado ‘sottogoverno‘, el eufemismo para tapar los chiringuitos y designaciones de altos cargos fieles al partido.
Y es que, desde la entrada de Illa este gasto supone un 200% más que en la Comunidad de Madrid, mientras lejos de reducir los costes públicos, éstos se incrementan, mientras se pide encarecidamente que se acceda a la quita de deuda tras quince años de gestión independentista y quedarse con la recaudación de todos los impuestos.
Al contrario que en Madrid, que aboga no solo por tener los Presupuestos aprobados en tiempo y forma, como ha logrado Isabel Díaz Ayuso, sino que aplicará además una reducción de impuestos, la enésima desde la llegada del PSOE y del PSC al poder central. Los socialistas han realizado incontables subidas de impuestos y evitan deflactar el IRPF, una medida que sí aplicó ERC en Cataluña para paliar los efectos de la devoradora inflación.
El plan de Ayuso es sencillo al colocar al ciudadano en el centro del debate político, pero en Cataluña se ha perdido por completo esta costumbre
Ayuso, por más que Salvador Illa se irrite, no hace dumping fiscal, tan solo corta partidas innecesarias y alivia los bolsillos esquilmados por el Gobierno de Pedro Sánchez, cuya recaudación supera en 20.000 millones los del pasado ejercicio 2023, un récord absoluto.
LA ARMONÍA EN EL MUNDO DE ILLA: QUITA DE DEUDA, LA LLAVE Y CAJA DE TODOS LOS IMPUESTOS Y SIN CRÍTICAS
El plan de Ayuso es sencillo al colocar al ciudadano en el centro del debate político, pero en Cataluña se ha perdido por completo esta costumbre, una lección que podría aprender el líder del PSC antes de hablar de paz y armonía, cuando Barcelona se ha convertido en el foco de delincuencia e inseguridad, con una vivienda por las nubes y un éxodo de personas vulnerables hacia otros municipios más allá del Área Metropolitana ante una ley de vivienda nefasta para los propietarios y por ende para los inquilinos al estrangularse la oferta.
Madrid, por contra, no solo consolida el liderazgo económico, sino que se ha convertido en un auténtico muro de contención contra las políticas que empobren a Cataluña y a los propios catalanes, que dice defender el líder de la Generalitat, quien esconde la bandera de España, como hicieron sus antecesores, un mal ejemplo para la fraternidad que dice defender.
Además de las cuentas públicas aprobadas, Ayuso aplicará una nueva bajada de impuestos para este 2025. Mientras Cataluña tiene planes para subir los impuestos, en Madrid se eleva la bonificación fiscal en el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones al 50% para las operaciones entre hermanos y entre tíos y sobrinos por consanguinidad frente al 25% actual. Es decir, un incremento del 100% y la primera Comunidad Autónoma en ambas modalidades y en este grado de parentesco.
MADRID ENSEÑA EL CAMINO DEL ALIVIO FISCAL A LA CATALUÑA DE ILLA
Para las donaciones inferiores a 1.000 euros, se aplicará una bonificación del 100% y se elimina el requisito formal de otorgamiento de documento público para aplicar las ya existentes. Hacienda, por su parte, mira con lupa todos los movimientos entre particulares y familiares.
Estas rebajas beneficiarán de forma directa a 13.000 familias, que tendrán un ahorro fiscal de 130 millones de euros.
En cuanto a la deducción del IRPF, se eleva la edad máxima para aplicar la deducción en el alquiler de vivienda hasta los 40 años frente a los 35 actuales. Cerca de 45.000 contribuyentes adicionales se benefician de la medida, hasta los 110.000. Esta partida supondrá un ahorro para los contribuyentes de 50 millones de euros anuales. El Gobierno del PSOE y PSC, por su parte, mantiene el bloqueo a los desahucios para quienes no pagan el alquiler, una medida que no tiene contraprestación alguna para el propietario, que debe, además, mantener los gastos de los servicios esenciales, como luz, agua y gas.
Ayuso, por otro lado, aumenta la bonificación en los impuestos de Transmisiones Patrimoniales (ITP) en caso de adquisición de vivienda de segunda mano del 100%, y de Actos Jurídicos Documentados (AJD), en caso de vivienda nueva. Una vez entre en vigor, supondrá un ahorro de 118 millones de euros. En total, con solo cuatro medidas, la carga para los hogares será de casi 300 millones de euros directos, sin contar con las transferencias esporádicas.