Clavijo: «Cada vez que veo a ministros o el presidente atacar a los jueces se me ponen los pelos de punta»

La defensa de la separación de poderes en Canarias: Clavijo y la verdad sobre el caso Koldo

El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha hecho declaraciones contundentes sobre el reciente ataque a los jueces por parte de ministros y del propio presidente del Gobierno. Su postura destaca la importancia de la separación de poderes en un Estado democrático, algo que considera fundamental para el correcto funcionamiento de la justicia y de la política en el archipiélago canario.

La importancia de la independencia judicial

Clavijo manifestó su inquietud cada vez que observa un ataque dirigido hacia el poder judicial. “Se me ponen los pelos de punta”, aseguró, reflejando su firme convicción de que la independencia de los jueces es crucial para la democracia. La separación de poderes garantiza que cada poder del Estado, es decir, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, actúe de manera independiente y sin interferencias externas.

En una entrevista en Televisión Canaria, subrayó que si bien se puede estar en desacuerdo con algunas decisiones judiciales, es vital que “hay que dejar a los tribunales hacer su trabajo”. Esta declaración resalta una de las principales preocupaciones que enfrenta cualquier democracia moderna: el respeto hacia el judicial y su capacidad para actuar libre de presiones políticas.

Un análisis del caso Koldo

Refiriéndose al polémico caso Koldo, el presidente Clavijo señaló que hay elementos que sugieren que se ha “mentido a los canarios” en las circunstancias que rodean este asunto. Según sus declaraciones, existe una falta de transparencia que compromete la confianza de la población en sus instituciones. A juicio de Clavijo, se comunicó a los ciudadanos que todas las decisiones se habían tomado de manera adecuada, cuando en realidad había irregularidades que debían ser denunciadas.

Un informe de la Audiencia de Cuentas, que fue vetado, revelaba anomalías en las contrataciones realizadas durante la pandemia del Covid-19. Este tipo de irregularidades no solo afecta la imagen de la administración pública, sino que también pone en entredicho la efectividad de los controles en la gestión del dinero público. En este sentido, el presidente canario hizo hincapié en la necesidad de abordar este tipo de problemas para restaurar la confianza del pueblo en sus representantes.

Presiones políticas y su efecto en la justicia

Al hablar sobre las presiones políticas, Clavijo expresó su preocupación por cómo estas afectan el funcionamiento del poder judicial. En cualquier sociedad, la justicia debe operar sin influencias externas que puedan alterar su imparcialidad. “Los tribunales deben trabajar sin estar sometidos a presiones ni a críticas”, añadió, enfatizando que la integridad del sistema de justicia es una piedra angular para un futuro más justo y equitativo en Canarias.

La independencia judicial no solo se refiere al poder del juzgador para decidir casos sin prejuicios, sino que también implica proteger la institución de ataques desde el ámbito político. Esto implica un compromiso de todos los actores políticos para respetar la autonomía del poder judicial, algo que, según Clavijo, se está poniendo en riesgo.

La confianza ciudadana en la política canaria

La confianza de los ciudadanos en sus representantes es fundamental para el éxito de cualquier administración. Clavijo ha indicado que los canarios tienen derecho a esperar honestidad y transparencia en la gestión pública. Cuando se sienten engañados, como señala en el caso Koldo, la relación entre gobernantes y gobernados se deteriora y puede dar pie a una falta de participación ciudadana.

Los gobiernos locales deben cultivar un ambiente en el cual los ciudadanos se sientan seguros de que su voz cuenta y que sus preocupaciones son atendidas. Esto es especialmente crucial en una comunidad autónoma donde la identidad cultural y la historia cifran un alto sentido de pertenencia y orgullo. La gestión de los recursos públicos, independientemente de los tiempos difíciles, debe ser una prioridad para fomentar la confianza en la democracia.