Boadilla abre un acceso a la M-50 y muestra la necesidad de cerrar esa circunvalación

El Ayuntamiento de Boadilla del Monte ha puesto en funcionamiento un nuevo carril de conexión directa con la M-50 en sentido sur. Con esta apertura da respuesta a la demanda de los vecinos de la localidad para evitar colapsos circulatorios especialmente en las horas puntas de ida y regreso de las jornadas laborales. Una medida que busca principalmente el bienestar de los vecinos y los trabajadores que cruzan y circulan por la zona.

Como dato curioso, que no debía serlo, es que el proyecto ha contado con el acuerdo y aprobación de todas las administraciones que tienen competencia en e este tipo de obras y asuntos. El proyecto destaca porque mejorará la circulación en la parte sur del municipio que en determinadas horas veía aumentada la afluencia de manera sensible y dará una salida a la inacabada carretera de circunvalación.

Para las obras de la salida y conexión con la M-50 se ha realizado las correspondientes actuaciones para la adecuación del carril. La más importante y complicada, sin duda alguna, ha sido la modificación realizada en el acceso de la transitada M-513. Allí, las obras han ido encaminadas para que desde la estación de servicio se sume un tercer carril en esta vía y la ampliación a dos carriles del ramal que conecta con la avenida Infante don Luis. Uno de estos carriles ya funciona como bypass para facilitar la incorporación directa a la M-50.

La obra ha tenido un coste de algo más de tres millones de euros. Esa inversión, según informa el consistorio de la ciudad, incluye la protección acústica de Ramón y Cajal. Para ello, se instalaron unas novedosas pantallas fonoabsorbentes con el objetivo de mitigar el impacto sonoro que el numeroso tráfico genera.

Obras galeria subterranea por debajo del carril de acceso a la M 50 en Boadilla del Monte Moncloa
Obra de construcción de la galería por debajo del carril. (Imagen: Ayto.).

NECESIDAD Y EJEMPLO PARA OTRAS ZONAS DEL NORTE DE LA COMUNIDAD DE MADRID

La obra y la inversión en el Ayuntamiento de Boadilla para dar salida a la M-50 no es otra cosa que remarcar la importancia que esta vía tiene para dar respuesta la desmedido y desigual crecimiento demográfico de la Región. Un 15% en estos últimos diez años, según datos oficiales, que seguramente sean más y a los que habrá que sumar la incipiente y cada vez más agobiante importancia turística de la capital. Todo ello da un tráfico desbordado cada vez más difícil de absorber por las vías actuales.

Y es en estas vías donde aparece uno de los principales agujeros de tráfico de la Región. No es otra que la incapacidad que ha tenido, en este caso el Gobierno central, da igual el color político, para cerrar el anillo norte de la M-50. Algo que una de forma lógica esa vía desde los municipios de San Sebastián de los Reyes y Las Rozas y evite hacer recorridos de 20 o 30 kilómetros en más de una hora de trayecto. Algo que como es lógico enfada y desquicia a los usuarios de de esas zonas, de forma principal.

Las instituciones y los políticos deben dar una solución a una zona de la Región con un aumento significativo de la población y carreteras cada vez más difíciles de transitar en hora punta u operaciones salida o regreso como es la M-607 que une parte de las poblaciones de la Sierra Norte de Madrid.

Con poblaciones como la de Colmenar Viejo que supera los 60.000 habitantes y tiene como único nexo de unión con la capital dicha carretera. Una circunstancia que en numerosas ocasiones convierte un trayecto de 16 kilómetros en más de una hora sentado en el coche o el transporte público.

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Varios coches circulan por la M-607, a 31 de enero de 2024, en Tres Cantos, Madrid (España).

Además, al tráfico habitual hay que sumar la cantidad de coches que vienen a la Madrid capital de otros provincias del norte de España y entran por la A-1, pero al no tener distintivo para circular aparcan el coche en los barrios del norte de la capital. Y para eso son desviados a la ya de por si colapsada M-607.

En este sentido, desde Colmenar Viejo, uno de los municipios más afectados llevan meses, por boca de su alcalde, Carlos Blázquez, pidiendo cerrar la M-50 por el norte de Madrid como solución a los atascos que se sufren en la M-607. Una idea que no es nueva y lleva puesta sobre la mesa desde 2008, pero los diferentes gobiernos nacionales y regionales han pospuesto en muchas ocasiones por motivos económicos hasta llegar al olvido.

A esta día se le han sumado los problemas medioambientales que desde el actual Gobierno central ponen para a travesar el monte del Pardo que es una zona natural protegida. Difícil solución para conectar las localidades de la M-607 con la A-6. Y es que la A-6, la A-1 y la M-607 desembocan en la ya insuficiente M-40 que ha convertido la M-40 en un embudo en su arco noroeste con localidades tan importantes como Alcobendas, Tres Cantos y Las Rozas ya siempre saturadas y exigiendo una solución que no llega.