La reciente visita de la familia Real española a Valencia ha resonado profundamente entre los ciudadanos, especialmente en las localidades de Picanya y Alaquàs, que fueron severamente afectadas por la DANA en octubre. Este encuentro, no anunciado previamente, estuvo marcado por momentos de cercanía y gratitud entre los miembros de la realeza y la comunidad. A medida que avanza la temporada navideña, la presencia de los reyes ha reforzado el mensaje de unidad en tiempos de crisis.
El rey Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas, se desplazaron a estas localidades tras visitar El Palmar, confirmando su compromiso con las comunidades golpeadas por las inundaciones. Esta cercanía no solo fue un gesto simbólico, sino que también se tradujo en una experiencia culinaria que muchos no olvidarán. En tiempos de adversidad, la cercanía de la familia real ha recordado a muchos, que a pesar de las circunstancias sean complicadas, la comunidad puede encontrar consuelo en las tradiciones que los unen.
UN MENÚ QUE ENAMORÓ A LA FAMILIA REAL
Durante su visita a Picanya, la familia real se acercó a la zona del barranco, uno de los lugares más afectados por las inundaciones. Allí, se reunieron en el restaurante Pecat Vidi, ubicado en la Plza. del País Valencia, donde disfrutaron de un destacado menú que incluía un arroz meloso de costillas y alcachofa, acompañado de deliciosas verduras a la plancha. Este plato que sorprendió a los monarcas, se ha convertido en un símbolo de la resiliencia valenciana.
El alcalde de Picanya, Josep Almenar, destacó que no hubo aviso previo de la visita, lo que hizo que la llegada de los reyes fuera aún más conmovedora para los vecinos. Durante el recorrido por las calles y plazas, muchos ciudadanos se acercaron para expresar su agradecimiento, creando un ambiente de calidez y conexión con la familia real.
MUESTRAS DE AFECTO EN ALAQUÀS
Después de Picanya, la familia real se dirigió a Alaquàs, donde visitaron un mercadillo navideño. La sorpresa entre los presentes fue notable; las personas se acercaron emocionadas para tomarse fotografías con los miembros de la realeza. Este acto no solo elevó el ánimo de los ciudadanos, sino que también reafirmó el papel de la familia real como un símbolo de esperanza en tiempos difíciles.
Esta visita marca la tercera vez que los reyes visitan la Comunidad Valenciana desde las inundaciones. Felipe VI y Letizia asistieron previamente al funeral por las víctimas, y su presencia en las comunidades afectadas subraya un compromiso serio y emocional con la recuperación de la región.
La visita de la familia real a Valencia, en particular su parada en Picanya y Alaquàs, ha dejado una huella imborrable en la comunidad. El menú emblemático degustado en Pecat Vidi se trasciende como un símbolo de la cultura y la unidad de los valencianos. A medida que las festividades se acercan, este gesto refuerza la idea de que, incluso en los momentos más difíciles, la unión y la solidaridad pueden aportar esperanza y fortaleza.