Carles Puigdemont advierte sobre la decadencia de Cataluña: pérdida de apoyo y confianza
La situación política en Cataluña se encuentra en un momento delicado, donde las tensiones entre el Govern y el Gobierno central se hacen más evidentes. Carles Puigdemont, presidente de Junts, ha manifestado su preocupación ante las políticas que, según él, están llevando a Cataluña hacia una decadencia social, económica, lingüística y nacional. En un reciente videomensaje, advirtió que su partido no seguirá apoyando al Gobierno mientras persistan estas circunstancias.
La pérdida de apoyo a Pedro Sánchez
Puigdemont ha dejado en claro que no renovará el apoyo que Junts otorgó anteriormente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En su mensaje, subrayó que tanto Sánchez como el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, han abusado de los apoyos que les fueron brindados, considerándolos como un «cheque en blanco». Esta posición refleja la pérdida de confianza de Junts, no solo hacia Sánchez, sino también hacia Illa, quien a juicio de Puigdemont, no ha sabido gestionar las demandas de Cataluña.
El líder de Junts hizo un recorrido por las acciones del Govern y cómo estas han sido percibidas por los independentistas. Aseguró que Illa intenta abrir una nueva etapa tras el proceso independentista, pero lo hace desde una posición de debilidad, gobernando en minoría y tratando de mantener una relación con el Gobierno central que, a su parecer, solo contribuye a la marginación de Cataluña.
Críticas a la falta de acción y la propaganda
En su declaración, Puigdemont no escatimó en críticas hacia Illa, acusándolo de fomentar la propaganda del nacionalismo español. En esta línea, también advirtió que no se debe cerrar los ojos ante un sufrimiento injusto que, según él, aún perdura entre muchos ciudadanos catalanes. Resaltó que «no habrá suficiente propaganda y no habrá suficientes subvenciones para tapar tanta memoria», refiriéndose a los colectivos que todavía sienten el peso de la represión política.
Esta afirmación resuena con la memoria colectiva de muchos independentistas, quienes todavía sufren las consecuencias de las acciones del Gobierno tras el referéndum del 1 de octubre de 2017. El líder de Junts insistió en que las heridas abiertas por la intervención del artículo 155 aún no han sanado y que se deben buscar soluciones reales a las preocupaciones de los ciudadanos catalanes.
Demandas de justicia y reconocimiento
Puigdemont exigió que se reconozca el sufrimiento de quienes han sido víctimas de la represión. Declaró que «no dejaremos de sufrir mientras miles y miles de personas sean víctimas de una persecución infame, vergonzosa y antidemocrática». Esta declaración subraya la necesidad de que los derechos y demandas de los independentistas sean escuchados y tenidos en cuenta, incluso en un entorno hostil.
La solicitud de una amnistía también fue un tema recurrente en su discurso. Puigdemont fue claro al decir que ni Illa ni Sánchez estaban dispuestos a ofrecerla: «No la querían de ninguna manera. Se la tuvimos que arrancar de sus manos, unas manos aún sucias de la represión». Esta última afirmación refuerza la narrativa de que los líderes independentistas deben luchar constantemente por su reconocimiento y por la justicia que sienten que se les ha negado.
La necesidad de un enfoque unitario entre independentistas
A pesar de los desacuerdos internos que existen entre las distintas fuerzas independentistas, Puigdemont hizo un llamado a la unidad. Instó a empezar a trabajar de manera conjunta y sin más dilación para abordar los problemas que enfrenta Cataluña. Reconoció que es esencial dejar de lado las diferencias y centrarse en los intereses de la ciudadanía.
La incapacidad del Govern para obtener unos Presupuestos que beneficien realmente a Cataluña ha agravado la sensación de insatisfacción entre los ciudadanos. Según Puigdemont, es crucial que los líderes se centren en las necesidades básicas de la población, evitando caer en la trampa de la propaganda y las palabras vacías.