¿El fin de un modelo de pago? Cada vez más españoles cancelan sus suscripciones online

Las suscripciones online se popularizaron especialmente durante los últimos 15 años tras la aparición de Netflix y Spotify, dos plataformas que pasaron a liderar el mercado del cine y la música en streaming, respectivamente. Surgieron en un contexto donde la principal forma de consumir este tipo de contenidos pasaba por la compra de películas o discos, algo que no todo el mundo podía permitirse.

Al disponer de un servicio de suscripción con una tarifa mensual reducida y un catálogo que prácticamente abarcaba todas las películas, series y canciones relevantes, los usuarios podían prescindir de las compras en estos sectores, descubrir nuevos artistas o producciones, y además ahorrar en el proceso. El costo de las suscripciones permitía organizar mucho mejor el gasto, e incluso favorecía el ahorro a medio y largo plazo.

Saturación del mercado de las suscripciones

Sin embargo, aquellos años dorados del modelo de suscripción ya quedan muy atrás. Según nos indica ExpressVPN, recientemente son cada vez más los usuarios que están experimentando un agotamiento de este modelo, lo que ha pasado a conocerse como la ‘fatiga de las suscripciones’. Se trata de un fenómeno derivado del abuso del modelo de suscripción por parte de la mayoría de las empresas del sector.

Si bien las suscripciones mensuales no son exclusivas de las compañías de streaming, este mercado es un buen ejemplo de lo que está ocurriendo a nivel global. Durante los primeros años de Netflix, bastaba una simple suscripción a este servicio para tener acceso a la mayoría del catálogo de películas y series del momento. Y, además, esta suscripción costaba solo unos pocos euros al mes, con lo que salía muy a cuenta.

Ahora, en cambio, Netflix solo tiene una pequeña parte del catálogo cinematográfico global, mientras que el resto se encuentra repartido entre sus competidoras: Disney+, Prime Video, Max, Hulu… Se trata de un sinfín de plataformas que no solo tienen un catálogo fragmentario, sino que mantienen un precio bastante más elevado del que tenía Netflix en sus inicios. Combinar todas estas plataformas cuesta más de 70 € al mes, y este precio sigue subiendo.

Un problema extendido a muchos otros sectores

Asimismo, el estudio de ExpressVPN pone de relieve que este problema no es exclusivo del sector del streaming internacional, sino que se extiende a muchos otros sectores. El modelo de suscripción es muy conveniente para muchas empresas porque les da una mayor certeza con respecto a los ingresos potenciales que pueden recibir durante los siguientes meses. Esto les permite optimizar sus niveles de inversión y les facilita el acceso al crédito.

Por eso muchas otras compañías como Microsoft o Adobe han pasado a ofrecer sus principales suites de software mediante un modelo SaaS. Ya no podemos comprar la suite de Microsoft Office o Adobe Creative Cloud, sino que debemos abonar el precio de una suscripción anual o mensual a cambio de acceder a la versión más reciente de este software. Por supuesto, a medio y largo plazo esto implica un gasto mucho mayor para los usuarios.

El problema del exceso de suscripciones obliga entonces a los usuarios a elegir qué suscripciones mantener, y cuáles cancelar. Cada vez menos gente puede permitirse el pago de tantas suscripciones simplemente para poder afrontar su día a día con relativa normalidad. Escuchar música, ver películas, trabajar con Word o Excel… Se trata de actividades rutinarias cuyo costo se va acumulando y empieza a excluir a los usuarios con menos recursos.

Diversificar el modelo o perder usuarios

Las grandes empresas tecnológicas deben afrontar entonces una decisión estratégica. O bien continúan apostando por un modelo de suscripción que parece estar en vías de agotarse, o bien optan por diversificar este modelo para no perder usuarios en los próximos años. Como parte de esta estrategia, por ejemplo, plataformas de streaming como Netflix están considerando ofrecer planes de suscripción más económicos que incluyan publicidad televisiva.

En cuanto al software, compañías como Microsoft han vuelto a considerar la posibilidad de ofrecer acceso a la suite de Office mediante un pago único, sobre todo ante el auge de compañías competidoras como WPS que sí permiten este pago para acceder a sus servicios. Ante la fatiga de las suscripciones, las nuevas start-ups del sector tecnológico pueden aprovechar el descontento de los usuarios para abrirse un hueco en el mercado.

Sea como sea, a nivel de usuario se recomienda considerar hasta qué punto merece la pena continuar pagando tantas suscripciones mensuales. El encarecimiento generalizado de los alquileres y de la canasta básica obligan a aceptar ciertas renuncias. Cuando el dinero sencillamente no nos permite llegar a fin de mes, toca sentarse y analizar cuáles son las plataformas más prescindibles y tramitar la baja para no incurrir en mayores gastos.