Juan Valentín Urdangarin Borbón es el hijo mayor de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Su nacimiento en 1999 fue noticia de interés nacional en España. Era el segundo nieto de los Reyes Juan Carlos y Sofía. En la actualidad su nombre ha tomado el interés de los medios de comunicación por cambio vital y por a la forma en la que algunos periodistas han escrito sobre ello.
El pasado verano se informó de que Juan Valentín se trasladaba a Madrid para vivir en la Zarzuela junto a su abuela la Reina Emérita. Dejaba así su trabajo en Londres en Extreme E, empresa de Alejandro Agag, yerno de José María Aznar, tras un revés sentimental.
Ahora, el joven parece dispuesto a mudarse de nuevo, esta vez en Vitoria donde viven su padre y su pareja Ainhoa Armentia. Y, según lo publicado, no lo hará solo. La forma en que medios como DonBalón y otros han tenido de hablar de la vida sentimental del mayor de los Urdangarin Borbón ha recordado a los circunloquios con los que la propia Casa Real ha tratado a algunos de sus acontecimientos. Decir ‘amiga entrañable” cuando se quería decir amante o ‘cese temporal de la convivencia’ para hablar de la separación de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar.
LENGUAJE USADO PARA HABLAR DE LA VIDA DE JUAN URDANGARIN
En el diario DonBalón hablaba de un «amigo va más allá de una simple amistad» y hablaba de la historia de Juan Urdangarin con este chico como «una de las relaciones más significativas de su existencia: su amistad con el muchacho de Londres con el que mantuvo varios años de coexistencia».
El lenguaje, como vemos, no podía ser más retorcido y engolado para describir una relación de lo más natural: «La relación entre Juan y su amigo va más allá de una simple amistad. Ambos comparten piso desde hace tres años, lo que ha fortalecido su vínculo. Esta estrecha conexión ha llevado al joven a considerar la posibilidad de compartir una nueva etapa de su vida con su amigo, lejos de Londres».
Y remataba hablando sobre cómo se gestó la reconciliación entre ‘amigos más allá de la amistad’: «Según familiares, la reconciliación se logró gracias a la madurez y el afecto que ambos poseen mutuamente. Más que compañeros de vivienda, son amigos profundamente unidos que tienen valores y metas parecidas».
REACCIÓN EN REDES
En redes sociales algunos se mostraban críticos con el lenguaje que se utilizaba para hablar de la vida sentimental del joven. “Ojalá algún día no haya nadie q tenga que ocultar su sexualidad. Y q de la misma forma que hablamos de las novias de Froilán y de Pablo Urdangarin porque viven libremente su vida, también otros miembros de la casa real que eran LGTBIQ+ puedan hacer lo mismo”, escribía en X (antes Twitter) el conocido periodista del corazón Javier de Hoyos.
La youtuber experta en realeza Laura Rodríguez en la misma red social escribía lo siguiente: “Las familias reales no tienen vida privada porque son mantenidos por el pueblo. El engaño y el teatro es un pecado contra el pueblo y la institución que dicen representar Felipe es homosexual. No importaría si fuera honesto”.
Un usuario anónimo lo retrataba de un manera directa: «Más que compañeros de vivienda, son amigos profundamente unidos que tienen valores y metas parecidas.» Un premio para la persona que ha descrito la palabra homosexual en este artículo de 45 formas diferentes».
JUAN URDANGARIN BUSCA SU SITIO
Polémicas a parte, parece que Juan Urdangarin está dispuesto a encontrar su camino en nuestro país. Silvia Taulés a principios de este año en su libro Los sobrinos del Rey retrataba la personalidad del joven. «Juan Valentín sufrió bulling, tanto por sus compañeros como por los padres de estos» en los años del escándalo del Caso Noos y por eso «no quiere volver a España ni loco, vive tranquilo en Londres con su trabajo».
Como sabemos meses después esto cambio y tomó la determinación de dejar su trabajo y trasladarse con su abuela a Zarzuela. La ruptura con el chico citada le llevó a buscar su sitio en Madrid, ciudad en la que en su día no llegó a sentirse cómodo. Tras acabar sus estudios, antes de trabajar para Alejandro Agag, hizo voluntariado en Camboya. Unos pasos que ha seguido también su hermana pequeña Irene.
La vida espiritual es muy importante para Juan. Eso le une a su abuela materna. Además de sus creencias, su familia, sobre todo sus hermanos, han sido para él siempre un bastión. Un puerto seguro. Ahora, la mudanza a Vitoria de la que se habla puede suponer el encontrar una estabilidad en el país de su infancia después de una adolescencia y primera juventud marcada por la sombra de los escándalos familiares. Una losa que el joven ha sobrellevado lo mejor que ha podido.