La reina Letizia, desde que asumió su papel como consorte hace ya diez años, ha demostrado ser una figura institucional impecable. Con elegancia, determinación y un claro perfeccionismo, ha enfrentado los desafíos de la monarquía española. Sin embargo, lejos del protocolo y los actos oficiales, Letizia también se da el lujo de dejar a un lado la corona para ser, por momentos, una ciudadana más. A veces comparte estos instantes con el rey Felipe VI o con sus hijas, Leonor y Sofía, pero en ocasiones, decide disfrutar de su propia compañía.
3La reina Letizia se ha visto sola y alejada de los demás miembros de la familia real en varias ocasiones
Este gusto por la soledad no se limita a su vida privada. Durante el Día de la Hispanidad, se observó un instante similar. Bajo la lluvia, aislada en una esquina de la tribuna, Letizia proyectaba una imagen delicada, como si las circunstancias la hubieran superado. Su hija Leonor fue quien acudió a consolarla, mostrando un gesto protector que muchos interpretaron como un intercambio de roles.
Más allá de los momentos anecdóticos, la soledad de la reina Letizia parece ser un reflejo de las presiones y críticas constantes que debe enfrentar. Para Eyre, estas actitudes son un síntoma de las luchas internas que atraviesa, una lucha que no siempre queda visible, pero que define gran parte de su vida como figura pública.
