Dentro de la batalla global de streaming que se vive hoy en día, existe un enfrentamiento que no se ve a simple vista, donde las diferentes plataformas que dominan el mercado, intentan conseguir los derechos de grandes éxitos; en las últimas semanas, Movistar Plus logró conseguir los derechos de transmisión de uno de los mejores dramas musicales de la nueva era del cine de Hollywood, el cual por varios años, se podía encontrar dentro de la plataforma de Netflix.
Esta nueva joya hollywoodense de Movistar Plus, la cual tiene el sello personal de uno de los directores más exitosos de los últimos años, está protagonizada por dos grandes celebridades, los cuales se adentran en una historia que refleja los grandes dramas que se viven dentro de la industria musical; gracias a uno de sus actores principales y su diferentes herramientas que su director utilizó para narrar a la perfección la trama, este film logró impresionar al riguroso jurado de los Óscar, los cuales no dudaron ni un instante a la hora de tomar la decisión de coronarla con tres premios.
5¿Quién fue el responsable de llevar adelante este proyecto cinematográfico?
Este gran drama musical, el cual Movistar Plus logró arrebatarle a Netflix, lleva el sello personal del reconocido director, productor y guionista rodislandés, Damien Sayre Chazelle, el cual varios años después del estreno de la cinta que le permitió sobresalir dentro de la escena hollywoodense, logró impresionar una vez más al jurado de los Óscar con otra película musical, pero esta, lleva tintes del género romántico.
Damien se presentó ante todo Hollywood en el año 2009 estrenando la película de romance, Guy y Madeline en un banco del parque y a partir de este año, comenzó a extender su lista de películas en las que se encuentran First Man (2018) y Babylon (2022); a pesar de que Whiplash logró catapultarlo a la fama como director, fue en el año 2016 cuando logró impresionar a todo el mundo, con el estreno de su musical romántico, La La Land, con la cual logró conseguir su primer premio Óscar a mejor director y quedó involucrado en uno de los bochornos más grandes de la historia de los prestigiosos premios.