La llamada ‘Operación Campamento’ apenas ha comenzado a realizarse y ya está suponiendo más de ‘un dolor de muelas’ para el Ayuntamiento de Madrid. Con especial relevancia para el delegado del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, que es el encargado de la operación, y en especial, de soterrar la A-5, que es la ‘patata caliente’ del entramado diseñado por el consistorio madrileño para cambiar la cara y mejorar la calidad de vida del suroeste de la capital.
Un soterramiento que va a suponer colapsar el ya intenso tráfico de la zona. Unos 80.000 coches diarios, sin contar vacaciones ni puentes, cruzan esta autovía que va desde Madrid hasta Badajoz, justo con la frontera con Portugal dirección Lisboa. Está claro que para el alcalde de Madrid enterrar el tráfico que discurre entre el Paseo de Extremadura y la Avenida de los Poblados es una prioridad.
SOTERRAMIENTO CON POLÉMICA Y PROTESTAS VECINALES
El soterramiento, que es una obra complicada no se puede negar, ya nació con polémica. Dicho soterramiento, como ya hemos comentado, y durante el tiempo que duren sus obras colapsará en gran parte el tráfico de la zona y de la salida de Madrid hacia el suroeste del país. Por ese motivo, como ya ha contado varias veces MONCLOA.COM, el consistorio de la capital pidió al Gobierno central que la radial 5 (R-5), autovía de pago que cubre el recorrido similar a la A-5 para la salida de Madrid, fuera gratis durante el tiempo que durasen las obras del soterramiento.
Como era de esperar el ejecutivo de Sánchez delego en el ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible la petición. Un ministerio cuyo titular es el polémico Óscar Puente, que a su vez ha tenido varias reuniones para facilitar el asunto de la petición. El caso es que el ministerio concede esa gratuidad siempre que el Ayuntamiento de Madrid corra con parte de los gastos de esa gratuidad.

Algo que el consistorio madrileño no está dispuesto hacer, alegando en otras regiones con o cuando ha habido ejecutivos socialistas o de los partidos aliados en la coalición del Gobierno de España los ministros de Sánchez han cedido a esas peticiones de forma gratuita. Por este motivo, Almeida señaló que hay cierta discriminación hacia la capital por razones políticas. Alcalde y ministro chocan y siguen tratando el tema que irá para rato en perjuicio de los que transiten por la zona.
Pero aquí no acaba todo. Los vecinos del suroeste, especialmente de la zona con más tránsito de vehículos, opinan que el soterramiento está bien pero piden que ocupe más trazado de la carretera. Algo que las asociaciones de vecinos señalan como vital para mejorar la movilidad y la calidad de vida de unos barrios entre los más deprimidos de la ciudad.
Por esta petición, diversas asociaciones vecinales de los barrios de Campamento y Aluche se están movilizando para lograr dicho objetivo. Que no es otro que el Ayuntamiento de la capital cubra más parte de la A-5 que lo previsto en un principio. Unos números que según el primer plan municipal incluyen el soterramiento de de 3.800 kilómetros de la citada autovía. Algo insuficiente para los vecinos de la zona que piden que se cubran 700 metros adicionales.
El Ayuntamiento de Madrid comenta que esa petición se hará en un segundo proyecto, pero las asociaciones de vecinos, recogiendo el sentir de los residentes de los barrios, piden que esa obra se complete en esta primera fase. De lo contrario, según comentan estas asociaciones esta división de tiempos para las obras puede empeorar más la situación de los vecinos que viven en la zona de la segunda fase del soterramiento, por esto reclaman que la licitación lo antes posible y que el túnel salga de la Avenida de los Poblados.

Estas asociaciones en sus protestas han reclamado que Almeida cumpla con lo que prometió en el anterior mandato, y que las personas puedan cruzar el Paseo de Extremadura por su superficie, con la desaparición de todos los subterráneos. Además, las explicaciones dadas señalan que los pasos subterráneos fracturan mucho los barrios y suponen una barrera para la movilidad de las personas con discapacidad y las personas mayores.
Además, los vecinos protestan por el estado de conservación de estos túneles con malos olores y escaso alumbrado para su seguridad. «El Ayuntamiento debería pensar en la movilidad de las personas y no solo de los coches particulares», reclaman algunos vecinos tras la última manifestación vecinal por el soterramiento.
De momento el consistorio no cede y señala que cumple con lo prometido en un inicio y a modo de descargo. Más Madrid y el PSOE se han sumado a las reivindicaciones vecinales e incluso varios representantes de ambas formaciones que han estado presentes en las manifestaciones realizadas por estos colectivos. Estas primeras protestas no tiene pinta de ser las últimas, el tema dará juego en la legislatura municipal.