Estas semana pasada ha sido importante para la lucha feminista. Por un lado, el feminismo combativo de verdad en torno al 25-N y la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y el de salón en torno a la celebración del 41º Congreso del PSOE en Sevilla.
En este último congreso tuvieron que llamar a una de sus vacas sagradas actuales, las ochenteras están denostadas, para darle un lustre feminista al asunto, aunque el protagonista, como es de costumbre en la facción de salón fue un hombre. El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue el hombre y sus frases cargadas de ese feminismo de salón que tanto gusta al entorno de Sánchez fueron bastante protagonistas durante el evento.
Esas palabras, concretamente, tuvieron lugar en la primera jornada del Congreso Federal del PSOE, que concluyó con un alegato del expresidente del Gobierno sobre el feminismo y la importancia de seguir realizando políticas en favor de la igualdad.
LAS DECLARACIONES DE ZAPATERO QUE NO VALEN PARA LAS MUJERES SAHARAUIS
Zapatero dentro de la nueva ola feminista del PSOE, contraria a la de sus aliados de izquierdas en el Gobierno, sumó una serie de declaraciones más de cara a la galería, que cercanas a la realidad que predica con sus relaciones con el lobby marroquí o cercano a la dictadura venezolana.
«Yo siempre trato de reconocer a esas mujeres, las maestras de la República, que fueron perseguidas, pulcras y generosas. Muchas de ellas se ofrecían a ir a nuestras casas del pueblo a enseñar a leer y escribir a nuestros trabajadores. Eso es lo que han sido nuestras casas del pueblo», aseguró el ex presidente.
«El feminismo es lo mejor que le ha pasado a la democracia» como factor determinante para combatir mensajes machistas como el «tómate la pastilla» lanzado desde la tribuna de Vox a la diputada de Podemos Martina Velarde, como primer ejemplo, o las críticas por su pasado como cajera a la otra ministra de Igualdad Irene Montero: «Mucho orgullo de las cajeras de Mercadona«, sentenció Zapatero.
«Mi premio está dirigido a todas aquellas asociaciones de mujeres que, siguiendo la estela de las asociaciones sufragistas, se abrieron paso de forma decidida. Esa es la historia y este es el mejor avance que hemos podido tener. El feminismo no ha hecho más que empezar», enfatizó el leonés.
Unas declaraciones que diversas activistas saharauis recibieron con estupor, pero una situación a la que ya están acostumbradas. En la memoria de todos está en el recuerdo cuando Zapatero quiso devolver al Sahara ocupado a la activista Aminatu Haidar, cuando había sufrido malos tratos allí por parte de los ocupantes marroquíes. O las palabras que en el Canal Red otra activista saharaui, Fati Jadad, espetó a Zapatero recordándole que «han decidido abrazar, de forma clara y sin complejos, a la tiranía marroquí, que lleva 50 años ocupando nuestro territorio y violando nuestros derechos».
LA LUCHA DE LAS MUJERES SAHARAUIS
Una lucha que tiene en su epicentro acabar con la violencia de género con la que las autoridades marroquíes machacan a las mujeres saharauis, uno de los pilares de la lucha por el derecho a la autodeterminación que la ONU reconoce al pueblo del Sáhara Occidental.
En este sentido, vamos a hablar de “la rueda de las represalias”. Se trata de una serie de tácticas empleadas por Marruecos que van escalando en intensidad, con la violencia de género en su epicentro, para aterrorizar, avergonzar y aislar a mujeres activistas saharauis en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. Y para lograr su objetivo de eliminar a las mujeres saharauis del activismo público, Marruecos utiliza el arma más eficaz contra ellas: su propia cultura.
Unas tácticas que combinan una combinación de medidas represivas (estrangulamiento financiero, difamación, arresto arbitrario, acoso y agresión sexual, y violación), que se retroalimentan entre sí para obligar a las mujeres a abandonar su activismo.
Para ello, las autoridades marroquíes son conscientes de la conservadora sociedad saharaui y que todavía está dominada por el patriarcado. Con esta arma Marruecos multiplica el impacto de los abusos explotando estas normas, lo que además agrava el impacto psicológico y social de la represión e incrementa su efectividad.
La violencia sexual, que incluye la violación y el acoso, se utiliza como arma de control, infligiendo graves daños físicos y emocionales y silenciando a las mujeres mediante el miedo y el estigma. Para mayor eficacia, Marruecos amplía esta represión contra los familiares masculinos para que presionen a las mujeres a que se retiren. Estas tácticas sistemáticas y calculadas de
Marruecos tienen graves consecuencias para la participación femenina en el Sáhara Occidental.
UN DURO INFORME QUE DEJA CLARO LO QUE CALLA ZAPATERO
Todo esto se explica en el informe ‘Resiliencia en la Resistencia’ escrito por cuatro defensoras de los derechos humanos bajo la ocupación marroquí y publicado el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esas autoras son El Ghalia Djimi, Mina Baali, Mahfouda El Fakir y Nasrathoum Babi, que han sufrido décadas de represión.
Un informe que desnuda a uno de los principales amigos del «feminista» Zapatero y que da mayor relevancia al interés personal y económico del ex `residente y su cercanía al régimen autoritario marroquí.
También hay que destacar que informes anteriores han detallado una amplia gama de tácticas de represión y violencia de género por parte de Marruecos contra las mujeres saharauis, pero ‘Resiliencia en la Resistencia’ pone su foco en un tema que no se aborda a menudo: cómo Marruecos utiliza las tradiciones saharauis y sus normas conservadoras como arma contra las mujeres saharauis a través de la violencia sexual y de género, y cómo estas tácticas de división han demostrado ser devastadoras no sólo para las víctimas sino para todo el pueblo saharaui.
Marruecos, aliado histórico clave de Occidente que actualmente preside el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ha forjado cuidadosamente una imagen pública de democracia moderna respetuosa de los derechos humanos y de las mujeres. El informe desenmascara la verdadera naturaleza de Marruecos como violador de los derechos humanos que ataca específicamente a las mujeres. Zapatero calla sobre el tema y mira para otro lado.